Liga Nacional

Sebastián Portigliatti: 'Ganaba 30 dólares al mes y a veces ni comía'

El portero de Motagua se confiesa y revela interioridades de su vida en el Loco de Limber

2016-05-17

Aunque Sebastián Portigliatti no pudo clasificar junto al Motagua a la gran final del fútbol hondureño, ha sido interesante descubrir varios momentos importantes de la vida del buen guardameta argentino. “Sebas” es un tipo al que le tocó sufrir más de la cuenta para convertirse en un futbolista profesional.

En Honduras pudo ver la luz gracias a su fichaje por los azules. El ex del River Plate me ha sorprendido con su historia.

Tengo entendido que tus padres se divorciaron. ¿Te afectó mucho en tu carrera?
Fue en la época que estaba en la inferiores del River Plate, iba dos veces al mes a casa cada vez que tenía tiempo, era una relación que cada día se iba deteriorando y sí, sufría mucho, no era lindo llegar solo los fines de semana a casa, fue muy difícil, pero llegó un momento que lo tuve que aceptar, si algo llegó a preocuparme era la situación de mi hermano menor, apenas era un niño.

¿Era complicado el ambiente que se vivía en casa, producto que tus padres se estaban separando?
Ya se miraba venir, después uno fue entendiendo, son cosas que suceden y aprendí a vivir con eso.

¿Eran normales los gritos e insultos o tus padres disimulaban un poco para no fastidiar a los hijos?
En ese sentido fueron muy ubicados, yo estaba en Buenos Aires y siempre quería volver y estar con todos ellos, buscaban la manera de que todo fuera una armonía, pero me daba cuenta que las cosas no estaban bien, pero trataba de no meter la cabeza en eso, disfrutaba los momentos, el que más sufrió fue mi hermano, yo estaba lejos.

Foto: Diez

¿Había alguna pareja más entre papá y mamá?
No que yo sepa, creo que no, lo que sí te puedo asegurar es que la relación se desgastó y decidieron tomar caminos diferentes.

La mayoría de los jugadores argentinos que han venido al país vienen de las inferiores del Boca o River. ¿En cuál de las dos te formaste?
Yo me formé en River, fue el equipo que me pulió un montón de cosas que no las tenía al momento de llegar, permanecí siete años en el equipo. Estuve en muchas categorías en las inferiores.

¿Pero cuál River, el del barrio o River el equipo millonario?
Ese mismo, el River Plate millonario. Ese equipo más grande de Argentina, estuve siete años en las inferiores. Estudié ahí, terminé la secundaria en el instituto del club e hice toda mi formación como jugador y como persona, era parte de la institución, el equipo me daba todo.

Cuando dices que el equipo te daba todo. ¿A qué te refieres?
Todo, la dormida, la educación, la comida, las actividades sociales. Gimnasio, todo lo que debe tener alguien en formación futbolística, el primer año era algo pequeño y luego todo fue mejorando. No eran las mejores condiciones, cuando llovía se inundaba la habitación. Yo llegué de 13 años al club.

Foto: Diez

¿Estaban expuestos a las enfermedades producto del ambiente y el lugar en donde vivías?
No, enfermedades no, al contrario, te vas haciendo hombre, vas madurando, éramos unos niños, por ratos nos escapábamos y nos tirábamos a la piscina del estadio, era prohibido, pero eso no importaba.

¿Entonces te escapabas de la sede?
No, era muy cagón para esas cosas, en mi casa, mis padres me educaron muy bien y siempre fui muy respetuoso desde chico. Yo sentía que lo que hacían mis compañeros era algo malo, cuando nos descubrían lo que hacíamos, teníamos que correr a la pensión y dejábamos todo mojado.

Con tanta formación en las inferiores de River, ¿por qué te quedaste corto en tu carrera?
Es un embudo muy grande que se hace para que pase uno o dos jugadores, muchos futbolistas de mi categoría se quedaron y algunos otros estamos en actividad en diferentes lugares del mundo, otros en Argentina. Fueron muy pocos los que se quedaron en River. A mí me tocó muy difícil, siempre había muy buenos porteros, me tocó competir con Costanzo y Carrizo, había diferencia de dos años entre cada uno. Entrené con la primera, pero todo era muy difícil. La oportunidad en River cuesta que llegue y muchas veces nunca llega.

¿Pero no fue que te conformaste con solo entrenar en River?
No, para nada, yo tenía en la cabeza que quería llegar, incluso se dijo que estaba entre otro arquero y yo, la posibilidad de meternos como tercer portero del plantel porque Carrizo se había fracturado el tobillo, pero no se concretó nada. Se cayó esa posibilidad y yo me quedé relegado.

Foto: Diez

¿Creíste que tu carrera estaba acabada cuando saliste de River Plate sin haber logrado tu objetivo de ir a primera?
Se me fueron siete años de carrera, en ese momento creí que eran años perdidos, pero a la larga todo había sido ganancia. Salí con la expectativa de decir: “Vengo con la chapa de haberme formado en River y algo me va a salir”. No tenía representante ni nada, me corrieron justo seis meses antes de hacerme un contrato. Eso allá es una ley que los equipos respetan, no tenía contacto, no conocía a nadie. Esa era la realidad.

No te salía nada, ¿a qué se debía? Tu escuela era buena.
Un día se me acercó una persona y había una posibilidad, al final no se concretó, me quedé seis meses sin jugar, entrenaba con jugadores libres y yo pagaba por entrenar. Cosa de locos, después que River me formó y me pagó, llego un momento que para entrenar yo tenía que pagar.

Tuviste la oportunidad de viajar a entrenar a un equipo en España, pero me dicen que te engañaron. ¿Cómo se dio eso?
Fue una historia pintada de una manera y resultó ser de otra. Mi papá tenía un contacto a través de un amigo de él, era una persona que radicaba en España y aparentemente era un empresario de fútbol. Me ofreció la oportunidad de probarme en Polideportivo Ejido, que estaba en segunda división, la ilusión era máxima y viajé muy emocionado en quedarme, recuerdo que mi papá me pagó el boleto, el convenio era que ellos pagaban todo. Comida, alojamiento, todo.

Foto: Diez

¿Cuánto tiempo estuviste en España?
Casi un mes, fue un viaje largo, llegué y recuerdo que dormí cuatro horas, luego cogí un tren por un tiempo de ocho horas.

¿Fuiste solo?
Lo hice solo, me puse una remera que decía cien por ciento argentino, era para que me distinguieran, le llamé por teléfono al directivo para que me fueran a buscar y el tipo me dice que estaba comiendo y cuando terminara él salía a buscarme, estuve en la estación de tren esperando con una maleta más grande que yo. Había llevado ropa para un año. Lo esperé casi dos horas, estaba cansado y hambriento.

¿Alguna vez tus viejos te dieron la espalda?
Un día me reunieron y me dijeron que hasta aquí llegamos. No hay más plata para vos. Tomá una decisión, estudiás o trabajás.

¿Fuiste un hijo mimado?
No, mimado nunca, fui un hijo muy respaldado por mis padres, había noches que no dormía, pasaba llorando.

¿Cuando fuiste a españa te tocó aguantar hambre?
Hambre total. miraba la billetera y no había nada, pero mi padre me ayudó para regresarme a Argentina. Tuvo que prestarme dinero.

¿Cobrabas 30 dólares diarios, era bueno?
No, para nada, ganaba 30 dólares al mes, y no me preguntés cómo vivía, muchas veces no comía, buscaba la manera de no generarles gastos a mis padres, sentía pena. Al menos tenía el techo fijo.