Tiene un gran sueño: dirigir a un equipo grande y por qué no, a la Selección Nacional, sabe que todo debe caer por su peso, pero por ahora, afirma que está orgulloso de ser timonel del Honduras Progreso, equipo que marcha en las primeras posiciones del campeonato.
¿A qué juega el Honduras, profe, porque vemos a un equipo muy agresivo?
La idea de nosotros es robarle aficionados a los equipos, a esos seguidores que están resentidos con las instituciones por el mal juego que desarrollan y la única forma de sustraerle fanáticos a esos clubes es tratar de jugar bien porque eso es lo que le gusta a la gente. Nosotros tenemos gran cantidad de seguidores en El Progreso, pero no tenemos afuera y queremos robarle aficionados a Real España, Marathón, Olimpia, Motagua y tratar que esos aficionados resentidos se vengan al Honduras y solo lo haremos si seguimos jugando bien al fútbol.
¿Le ha traído problemas en su carrera ser considerado polémico?
Todo mundo es polémico, lo son los directivos, los diputados... Ocurre que cuando uno da una declaración que no gusta, lo tildan de polémico, a todos nos dicen polémicos. Yo soy frontal, cuando algo no me gusta se lo digo, pero es normal en la vida, nunca va a quedar bien uno con todo mundo.
¿Se ha ganado enemigos en el fútbol por su forma de expresarse?
No para nada, gracias a Dios he tenido la fortuna que de donde me voy lo hago con amistad, de donde me voy no me corren, sino que lo hago por mi cuenta y eso ha sido muy importante en mi carrera deportiva. Me fui del Real España cuando me tuve que ir, de Motagua, Savio, Municipal, Parrillas One y donde me he ido me he llevado amistades y por eso regreso de donde he salido.
¿Qué polémica le marcó en su época como jugador?
Por lo que he dicho no, la única vez fue cuando agredí un árbitro en Tegucigalpa que estaba en Motagua y nos enfrentamos a Real España y le pegué un puntapié a Rutilio Cálix y por eso me castigaron tres meses, esa fue la polémica más grande.
¿Y cuando lo separó Malinowski de la Selección en 1992?
Esa vez fui separado de la Selección injustamente, en ese tiempo no teníamos coordinador de prensa como ahora, trabajábamos rústicamente. En ese tiempo mi mamá se estaba muriendo de cáncer en el hospital Mario Catarino Rivas y Malinowski tenía una programación de ir a inaugurar la gradería de sol este del Morazán, que se llama Gilberto Yearwood, entonces le pedí permiso para ir a ver a mi mamá y me dijo que no, que era más interesante lo de Yearwood, eso me molestó y me fui como cualquier hondureño, pero nunca tuve respaldo de nadie y desde allí caí en desgracia con el técnico y no me volví a recuperar.
¿Si regresara el tiempo, volvería a ser jugador de fútbol?
Sí claro, volvería a serlo y regresaría a jugar con Real España, que aclaro, soy aficionado de Marathón, pero los aurinegros me dieron la vida, me dieron a conocer, los directivos de esta institución me ayudaron cuando más lo necesité y la verdad siendo Marathón regresaría al Real España porque considero que ese fue el camino correcto, la Máquina me lanzó a la palestra pública y estoy agradecido.
¿Ha vivido momentos en los que ha llegado a tocar fondo en su vida?
Todos los entrenadores le van a decir lo mismo, cuando ganamos dormimos tranquilos, pero cuando perdemos es una semana terrible, se complica todo, das vueltas en la cama que ni nos podemos dormir, pero no solo soy yo, somos todos los técnicos.
¿Cómo motiva a sus jugadores?
Motivo a mis jugadores con la verdad, les digo que si son buenos son buenos, si son malos son malos, así de sencillo, el fútbol es de jugadores buenos y malos y por eso escogí 30 buenos y son de nivel y los malos los separé y así los motivo, les digo que tienen capacidad y sobre todo que hay que pelear por el billete y por la familia y por los hijos.
¿Qué jugador del Honduras Progreso se parece a usted en su carácter?
Los jugadores del Honduras, todos ellos han mejorado su carácter, son de término medio, cuando las cosas están difíciles, saben mantenerse y me encarnaría en cualquiera, no tengo preferidos.
¿Añora llegar a dirigir la Selección Nacional?
Todos trabajamos para eso, para tratar de ir a la Selección, para ir al extranjero, pero esto es de a poco, de paciencia, pero hay que dar, no solo con el nombre se ganan los objetivos. Tengo cantidad de años trabajando en liga mayor y de ascenso y apenas dos meses en primera división, pero me queda mucho camino para un cargo tan lindo como es dirigir la Selección y es un sueño que se tiene que hacer realidad sí o sí porque soy incansable para trabajar, tengo más de 700 días de viajar a El Progreso desde Santa Cruz de Yojoa y no me pierdo un entreno, llueva o truene.
¿De qué entrenador heredó la forma de su comportamiento táctico?
Cuando tenía mis entrenadores decía, alguna vez voy a ser así, pero alguna vez no voy a ser así. A mí no me gustaba que me concentraran, imagínese qué gusto voy a sentir al estar durmiendo con otro hombre en un cuarto, se siente gusto dormir con mi esposa en mi casa, no me gustaba que me mataran a palos en la pretemporada, ya en los partidos llegaba cansado. Siento que tengo la disciplina de Ramón Maradiaga, los trabajos de Luzardo, el carácter de Flavio Ortega y la forma como Hernán García para los equipos, que no le tiene miedo a nada, que le gusta el espectáculo y todas esas cuestiones las fui tomando y obviamente la motivación de Malinowski, que era motivador de primera, conservé todas esas cosas y ahora me están sirviendo.
¿Qué cosas marcaron su carrera?
No estar en la eliminatoria a Estados Unidos 1994 por un capricho de un entrenador, él le llamó acto de indisciplina ir al hospital a ver a mi mamá que se moría de cáncer y eso me marcó porque andaba un gran nivel y era mi Mundial y le hice falta a mis compañeros.
¿Quedó resentido con el entrenador Stanislao Malinowski (QDDG)?
No, para nada, porque ellos son técnicos de fútbol y son los que mandan, para bien o para mal, no hay resentimientos.
¿Cómo portero, le marcó aquel 8-2 que le anotó Brasil en aquel partido amistoso?
No, para nada, al contrario, me ayudó mucho porque al final quien me goleó fueron los que se convirtieron en campeones del mundo y los que me metieron goles fueron Romario, que fue campeón goleador, Ronaldo que después fue el mejor del mundo. Es más, fue algo que me gustó muchísimo y no me marcó para nada.
¿Se ve campeón con Honduras?
Para eso estamos trabajando, para ganar el campeonato, estamos intentando hacer lo mejor y es difícil, primero me llamaron loco porque pensar que iba a ganar el título era una locura, pero ahora estoy cerca, estoy a tres partidos de poder ser campeón. Si me meto a la liguilla cualquier cosa puede pasar, si se agarra mal parado a un equipo podemos ser, miren al León de México...
2014-11-06
Cuando Wilmer Cruz habla, hay que ponerle atención porque la sinceridad con la que dice las cosas, se le notan en el semblante. “Creo que todos somos polémicos, desde los políticos, periodistas, jugadores, entrenadores, entonces, lo mío es que digo la verdad siempre”, afirma.