Liga Nacional

Woodrow West: 'Tuve la oportunidad de jugar en México, pero no pude por el pase'

El portero beliceño del Honduras Progreso aceptó el Reto con Jenny y practicó artes marciales mixtas.

2015-10-29

Una de las grandes sorpresas del torneo Apertura en Honduras ha sido la gran actuación de Woodrow West, quien defiende el arco del Honduras Progreso, el beliceño llegó al equipo en el presente campeonato y se ha convertido en titular indiscutible con méritos propios; a mi gusto, ha sido el mejor fichaje de la temporada.

Sencillo, humilde y sobre todo con muchos sueños, así podría definir a West como le dicen sus compañeros, a pesar de no ser el español su idioma natal, se ha esforzado por aprenderlo y entenderlo, ya que entre sus compañeros pocos le hablan en inglés, su lengua natal.

Cuando le expliqué sobre el reto de esta semana, al inicio le dio un poco de temor, pero luego aceptó sin ningún contratiempo… El problema fue después de la clase de artes marciales mixtas... quedamos completamente adoloridos.

¿Cómo lo llaman dentro del equipo?
Me dicen solo West, es más fácil para ellos pronunciarlo, porque mi primer nombre es muy difícil de expresar. A veces me llaman Wilson, que es mi segundo nombre, pero casi nadie dice Woodrow.

¿De dónde viene su nombre?
Me lo pusieron en memoria de un tío, hermano de mi papá, que se llamaba así.

¿Cómo se define como persona?
Soy alguien que siempre está callado, a veces me río de las cosas raras, también suelo divertirme solo, en el equipo me paso riendo por culpa de Ñangui, siempre sale con algo. Casi no tengo amigos, no soy de dar mucha confianza, ahora estoy viviendo con un compañero del equipo, Güity, él es mi amigo, también tengo una amiga que se llama Saudy Ramos y su mamá, con quienes hablo mucho y me ayudan con la comida.

¿Qué comida hondureña le ha gustado?
La chuleta con tajadas, eso sí me gusta mucho, así como el pescado. El pollo hondureño con tajadas es bueno, me he comido como cuatro desde que llegué, aunque es mucho para comer yo solo, por eso casi no compro; las baleadas de Ñangui ya las probé, también las de mi gerente Nahúm Pérez, cuando llegué me comía dos baleadas todas las mañanas, ahora me como tres o cuatro, sin mantequilla y queso, porque no me gusta.

¿Háblenos de su niñez?
Cuando estaba pequeño yo sabía que me gustaba el fútbol, mi papá me entrenaba para ser delantero, quería que yo metiera muchos goles, mis padres me han apoyado bastante, me decían que terminara la escuela, gracias a Dios pude finalizarla, ahora espero entrar en la universidad, soy un hombre de mucha disciplina gracias a mi madre y a mi padre.

¿Su papá lo entrenaba desde pequeño?
Bueno, él fue futbolista, era una estrella en Belice, jugó como atacante y su sueño era que yo fuera delantero también, pero a mí me gustaba el arco desde pequeño. Estuve en todos los partidos que jugó mi papá, él siempre me ha dicho que para ser un buen futbolista debo entrenar mucho, tengo que esforzarme al máximo.

¿Cómo es la vida en Belice?
El país es pequeño, pero la gente allá es muy buena y tranquila, la comida de acá es similar a la de allá, el balompié es el deporte principal, yo soy del norte de Belice, cerca de la frontera con México, aunque por el fútbol me fui a vivir a Belmopán. Ahora se va a cambiar de gobernador, son las elecciones y no sé si podré ir a votar. La gente de allá sabe que estoy jugando acá en Honduras y que vamos en el primer lugar, eso los tiene muy contentos.

¿En Belice los futbolistas trabajan de día, entrenan por la noche y juegan los fines de semana?
Sí, todos hacemos eso, por ejemplo, yo trabajaba de 8:00 am a 5:00 pm para una compañía que compraba medicinas en Estados Unidos y la distribuía para hospitales y farmacias, luego me iba a entrenar de 6:30 pm a 9:00 pm, como nadie labora en Belice después del viernes, así que se juega los sábados por la noche o los domingos por la tarde.

¿Háblenos de sus inicios?
Yo empecé en un distrito cuando tenía 17 años, luego por casualidad de la vida tuve una oportunidad de jugar en México, pero no me pude quedar por problemas con mis papeles, luego comencé a militar en la primera división de Belice, ahí empecé a ganar campeonatos, obtuve 10 títulos con tres equipos diferentes, luego comencé a jugar en la selección y el nombre de West salió a relucir, eso me valió para subir mi nivel y estar ahora aquí en Honduras jugando.

¿Por qué no se quedó jugando en México con el Veracruz?
Fue por un problema con el presidente de la Federación de Belice, yo no sabía que necesitaba el pase internacional para jugar fuera del país y él quería dinero a cambio del documento, pero mi jefe no quiso pagar por ello, dijo que no lo haría, él sabía que el presidente se estaba aprovechando, pero sin ese pase yo no podía jugar en Veracruz, ellos me estaban pagando apartamento y dándome todo; incluso, el arquero que competía conmigo en el puesto era Memo Ochoa, pero como nunca me dieron el documento, me tuve que regresar a mi país. Si no hubiese sido por ese problema, yo ahora estaría en otra liga, quizás España o Italia, en México me decían que tenía todo para brillar.

¿Eso imagino lo decepcionó?
Sí, me puso muy mal, porque yo no estaba ni participando en el torneo profesional de Belice, yo solo jugaba algunos amistosos con el equipo de la empresa donde trabajaba. Esa vez se dio la opción de ir a Veracruz con la empresa y ahí me vieron jugar, esa era la oportunidad de actuar en el extranjero, pero el presidente de la federación no se dio cuenta cómo me arruinó, pensé que no jugaría al fútbol más, pero me logré levantar de esa y gracias a Dios se dio el chance de volver a salir.

¿Lo molestan muchos de sus compañeros por no hablar bien español?
Sí, me molestan mucho, se reían de mí por no pronunciar bien las palabras o hablar bien, pero así disfruto con ellos, en especial con Ñangui, que es bien divertido, cuando llegué al equipo él se ponía a hablar conmigo supuestamente inglés, pero yo no le entendía nada, yo trataba de hablar español, pero tampoco me comprendía.

¿Qué palabras en español le han enseñado sus compañeros?
Bueno, en el entreno ellos utilizan mucho las palabras “no jodas”, no sé qué significa, pero ahora yo la digo también a cada momento, otra frase que repito es “qué bárbaro hombre”, a veces se ríen cuando me escuchan decir eso.

Foto: Diez

¿Háblenos de su familia?
Somos siete por todo, seis varones y una mujer. Mis padres aún trabajan, mi papá tiene 53 años y pienso que ya no debería seguir laborando, los dos han trabajado duro toda su vida, ya es tiempo que descansen y disfruten, pero si dejan el trabajo tendría que darles todo yo, para eso tengo que ganar mucho y tener dinero guardado.

¿Varias personas antes quisieron traérselo a jugar a Honduras?
Sí, varios me ofrecieron jugar acá a Honduras, la primera vez fue Real España, habíamos jugado la Concachampions contra ellos y el profe del España en ese entonces se me acercó y me dijo que me iba a traer al equipo, pero yo perdí su número y el contacto, luego me llamaron del Deportes Savio cuando estaba en primera, también de Real Sociedad me habían contactado, ahora que vine al Honduras Progreso el profe Castellón me llamó personalmente.

¿El hecho de que el entrenador lo llamara personalmente terminó de convencerle para que jugara en Honduras?
Sí, claro, porque cuando tú llegas tienes que pelear por un puesto, pero a mí el profe Castellón me dijo: ‘West, quiero que vengas porque el arco será tuyo, pero yo sabía que iba a depender mucho de cómo llegaría físicamente, pero yo estaba preparado para jugar.

¿Se siente bien en el Honduras Progreso?
Sí, me siento bien, muy feliz en el equipo, quiero hacer las cosas de la mejor manera, que logremos el objetivo de ser campeones, más adelante me gustaría saltar a un club grande, pero si toca quedarme aquí en El Progreso me quedo, estoy tranquilo acá, tengo dos años de contrato.

¿Su familia qué le dice?
Ellos me extrañan mucho y yo también a ellos, pero me apoyan para que logre mis sueños, yo hablo con mi mamá un día antes de cada partido, también con mi papá y mi antiguo jefe, siempre tengo comunicación con todos, porque después del fútbol solo los tendré a ellos. Tengo mucha presión para llegar a la final, porque solo así vendrá mi mamá y mi papá, yo deseo ser campeón, pero al menos quiero llegar a la final para que ellos vengan a verme aquí a El Progreso.

LO DICE WEST:

Su primer sueldo:
En mi primer trabajo me pagaban semanalmente $300, pero cuando comencé a jugar fútbol, cobraba $250 por partido, ahora gano un poco más ya que subí de nivel.

Una cábala:
Sí, cuando yo voy a jugar un partido no me gusta que nadie toque mis guantes, esas son cosas que cuido mucho, quizás porque hay personas malas, entonces, no sé qué le pueden echar a mis guantes, así que no dejo que nadie los toque antes de cada partido. Otra cosa que hago es que me arrodillo en el campo y hablo con mis dos abuelas que ya están muertas, para que me ayuden a ganar el partido.

Un sueño:
Tener la oportunidad de ir a otro equipo más grande para lograr ahorrar y guardar para mi futuro, pero sobre todo para decirles a mis papás que paren de trabajar, que yo con lo que gane les puedo dar todo, pero para eso tengo que tener dinero e ir a un equipo grande donde pueda ganar mucho.

¿Las mujeres hondureñas están más bonitas que las beliceñas?
Pues acá en todas partes las mujeres están bonitas, pero en Belice también, lo diferente es que aquí hay más féminas que en mi país, pero sí son más bonitas las mujeres aquí en Honduras.

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