Un rango de colores sin precedentes, un mejor visionado en exteriores y menos consumo de energía, son los tres grandes avales de una nueva tecnología en cuanto a pantallas se refiere que se describe en un nuevo artículo publicado en la revista Optica, que edita The Optical Society. La tecnología ha sido desarrollada por Qualcomm MEMS Technologies, una filial de Qualcomm, y es la última evolución de sus pantallas de la línea Mirasol.
Se basa en el empleo de un espejo y una capa que absorbe la luz separadas una distancia variable y ajustable. Su funcionamiento, a grandes rasgos, se podría resumir en que el espejo refleja toda la luz que incide sobre él y la finísima capa absorbente filtra de forma selectiva una pequeña porción del espectro de luz, coloreando la luz. Cuando varía la distancia entre el espejo y la otra superficie es posible producir casi cualquier color mucho más allá del clásico RGB (rojo, verde y azul por sus siglas en inglés) y todo partiendo de la luz ambiente, no creando luz artificial para iluminar la pantalla.
El autor principal del artículo científico, el investigador de Qualcomm MEMS Technologies, John Hong, asegura que “esta increíblemente eficiente pantalla es capaz de crear una rica paleta de colores, usando sólo luz natural para visualizarlos. Hemos desarrollado una vía totalmente nueva para diseñar una pantalla a color”.
La búsqueda de la eficiencia en los paneles es uno de los mayores retos en la óptica y la electrónica. Incluso es posible crear pantallas transparentes, pero si queremos que haya contraste para, por ejemplo, mostrar el color negro, un negro de verdad, intenso, al final la solución pasa siempre por partir de un panel que ilumine desde atrás. La clave reside en encontrar vías que reemplacen la luz artificial y qué mejor que aprovechar la luz que nos rodea.
En una analogía más doméstica, si ponemos un espejo sobre la mesa la luz que incide sobre él sólo se reflejará cuando caigan los rayos solares sobre su superficie, entonces nos deslumbrará, pero la luz ambiental que se refleja sobre él no nos ciega precisamente. El espejo –salvo con la orientación precisa hacia un foco de luz como el sol o una lámpara en el techo – siempre saldría perdiendo frente a, por ejemplo, situar una linterna frente a nuestros ojos. Los habituales paneles iluminados de televisiones y pantallas de móviles, entre otros, serían esa linterna.
Un rango de colores sin precedentes, un mejor visionado en exteriores y menos consumo de energía, son los tres grandes avales de una nueva tecnología en cuanto a pantallas se refiere que se describe en un nuevo artículo publicado en la revista Optica, que edita The Optical Society. La tecnología ha sido desarrollada por Qualcomm MEMS Technologies, una filial de Qualcomm, y es la última evolución de sus pantallas de la línea Mirasol.
Se basa en el empleo de un espejo y una capa que absorbe la luz separadas una distancia variable y ajustable. Su funcionamiento, a grandes rasgos, se podría resumir en que el espejo refleja toda la luz que incide sobre él y la finísima capa absorbente filtra de forma selectiva una pequeña porción del espectro de luz, coloreando la luz. Cuando varía la distancia entre el espejo y la otra superficie es posible producir casi cualquier color mucho más allá del clásico RGB (rojo, verde y azul por sus siglas en inglés) y todo partiendo de la luz ambiente, no creando luz artificial para iluminar la pantalla.
El autor principal del artículo científico, el investigador de Qualcomm MEMS Technologies, John Hong, asegura que “esta increíblemente eficiente pantalla es capaz de crear una rica paleta de colores, usando sólo luz natural para visualizarlos. Hemos desarrollado una vía totalmente nueva para diseñar una pantalla a color”.
La búsqueda de la eficiencia en los paneles es uno de los mayores retos en la óptica y la electrónica. Incluso es posible crear pantallas transparentes, pero si queremos que haya contraste para, por ejemplo, mostrar el color negro, un negro de verdad, intenso, al final la solución pasa siempre por partir de un panel que ilumine desde atrás. La clave reside en encontrar vías que reemplacen la luz artificial y qué mejor que aprovechar la luz que nos rodea.
En una analogía más doméstica, si ponemos un espejo sobre la mesa la luz que incide sobre él sólo se reflejará cuando caigan los rayos solares sobre su superficie, entonces nos deslumbrará, pero la luz ambiental que se refleja sobre él no nos ciega precisamente. El espejo –salvo con la orientación precisa hacia un foco de luz como el sol o una lámpara en el techo – siempre saldría perdiendo frente a, por ejemplo, situar una linterna frente a nuestros ojos. Los habituales paneles iluminados de televisiones y pantallas de móviles, entre otros, serían esa linterna.