Los norteamericanos revalidaron el título que ganaron en Pekín-2008 y Londres-2012, mientras que Serbia se colgó la plata. El bronce fue para España.
Estados Unidos apenas dejó un poco de margen al suspense en los primeros minutos del partido, cuando Serbia llegó incluso a liderar en el marcador, pero ya al final de los primeros diez minutos, los norteamericanos iban por delante.
En el segundo cuarto, Estados Unidos dio un punto más de velocidad a su ataque, mientras en defensa empezó a presionar al hombre.
DeMarcous Cousin se turnó con el gigante DeAndre Jordan para convertirse en el amo bajo los aros, haciéndose con los rebotes.
El alero de los Golden State Warriors, que fue letal desde la línea de tres puntos, hizo 18 de sus 30 puntos totales en este segundo cuarto.
Los estadounidenses se vieron ayudados por el nerviosismo de los serbios
Imposibilitados para el juego interior y viéndose por detrás en el marcador buscaron rebajar la brecha con los tiros de tres con poco resultado, sólo 3 de 17 intentos en la primera parte, que o
La vuelta de la pausa sólo sirvió para ver a los estadounidenses asentar un poco más su dominio en todos los ámbitos.
Triples, mates, bandejas se sucedieron para llevar a los norteamericanos a la victoria y a su tercera presea dorada.