El neerlandés, actual campeón mundial, plasmó una gran remontada ya que largó en el puesto 14 por la penalización por el cambio del motor, obtuvo su noveno triunfo en la temporada y sigue ampliando su ventaja en la punta del campeonato.
El primer golpe de escena fue luego de la largada ya que al llegar a la chicana Fernando Alonso (Alpine) dobló por dentro y se tocó con Lewis Hamilton, cuyo Mercedes se elevó y golpeó la suspensión trasera contra el piso.
Eso le generó daños al auto del inglés que abandonó en los siguiente metros. “Por afuera, qué idiota. Me cerró la puerta. Este piloto siempre haciendo estas cosas”, disparó el español. Los comisarios deportivos analizaron la maniobra y determinaron que fue un toque de carrera.
En la segunda vuelta Nicholas Latifi (Williams) se despistó, volvió a la pista y chocó a Valtteri Bottas (Alfa Romeo), quien quedó encajado en la cama de leca y fue otra deserción en la carrera belga.
El español Carlos Sainz (Ferrari) se benefició por la sanción a Verstappen y partió primero. Llegó a liderar la carrera en dos oportunidades, pero después en el desarrollo de la carrera se rindió ante la superioridad de los coches de Red Bull.
Mientras que Charles Leclerc (Ferrari), otro que fue penalizado (también por cambios de elementos) partió 17° e ingresó a boxes a cambiar durante la neutralización de la carrera para retirar el coche de Bottas.
En el undécimo giro Sainz paró en los boxes y le pusieron gomas del compuesto medio (tenía blandas) y Sergio “Checo” Pérez (Red Bull) quedó en la punta, pero en la vuelta siguiente Verstappen superó al mexicano y quedó como líder.
“Fue un gran domingo donde salió todo: victoria, vuelta rápida y más ventaja en el campeonato”, indicó Verstappen luego de su triunfo en Spa-Francorchamps, donde la F1 regresará en 2023 cuyo anuncio se hizo en la previa de la carrera de este domingo.