El kinesiólogo del conjunto perdedor, Mario Ramírez, le levantó la voz al comisario del juego Julio Paz reclamándole una supuesta agresión del entrenador del Sol, Carlos Orlando Caballero, quien durante el juego golpeó a un pelotero del Limeño y recibió la acalorada respuesta del padre del muchacho que se encontraba en el inmueble.
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Dicha falta de respeto trajo la inmediata respuesta de Paz, quien era el encargado de velar por el orden y seguridad de ese encuentro.
'El kinesiólogo del Atlético Limeño me faltó el respeto y luego de lo caliente que estaba el clima exploté de cólera y le tuve que decir que si seguía con esa actitud lo podía llevar al Ministerio Público', argumentó por su parte Paz, quien agregó que el informe que brindará a la Comisión de Disciplina contendrá cada uno de los sucesos acaecidos en el estadio Milton Flores, de La Lima.
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Paz y Ramírez, incluso, estuvieron a punto de irse a los golpes con Caballero como primer espectador. El estratega de los de Olanchito vertió fuertes reclamos hacia el empleado del Limeño y ahí fue cuando aparecieron personas relacionadas al espectáculo para calmar los ánimos.
LA VERSIÓN DE CARLOS ORLANDO CABALLERO
Aunque tras el final del juego prefirió guardar silencio, el entrenador del Social Sol, actual campeón de la Liga de Ascenso, Carlos Orlando Caballero, reaccionó ante la dimensión que ha alcanzado este encontronazo.
'Nunca he golpeado a nadie, peor a un niño, lanzaron algo, me asustan y le jalé la gorra al niño. Después vino ese muchacho del Limeño, puro loco y lo que hizo fue llamar a un hombre, que al parecer es familiar del cipote y quiso pelear conmigo, yo no me dejé, pero el árbitro dijo que si no había seguridad no continuaría el partido', declaró a Diez, Caballero afirmando que la acción se dio a los 25 minutos del segundo tiempo, cuando su equipo ya ganaba 2-0.
'Luego hablamos y todo ahí quedó, al final del partido, el muchacho que me amenazó estaba peleando con el Comisario del juego, yo les dije que todo tenía que quedar en el campo', agregó.
'Yo hablé con el niño, le dije que no lo había golpeado ni nada, él me respondió lo mismo. Usted puede ser mi hijo o mi nieto, el cipote estaba tranquilo, solo le dije hacete un poquito para allá del área técnico. Tiraron una botella de cervezas, pero no quise decir nada', puntualizó.