Pep Guardiola salió a la zona mixta tras el 3-3 ante el Feyenoord (que ganaba 3-0 en el minuto 74) y sorprendió con su rostro con señas de agresión.
El técnico español de los citizens habló con la prensa con la cabeza llena de arañazos, y minutos más tarde en la conferencia de prensa ironizó con las marcas que tenía en la cara.
“Me los hice con los dedos, con las uñas... quiero hacerme daño”, declaró con una sonrisa antes de abandonar la sala de prensa del Etihad Stadium.
La prensa no quedó satisfecha con la respuesta sarcástica del técnico y comienzan a circular informaciones que pudo tener algún impasse en el vestuario tras el partido por Champions League.
Manchester City acumula seis partidos sin ganar en Mánchester (su peor racha en el Etihad, con cinco derrotas consecutivas antes de este empate en Champions), y Pep vive su momento más delicado a nivel deportivo desde que llegó al norte de Inglaterra.
Pep Guardiola vivió el partido muy intenso a pesar de ir ganando en determinado momento 3-0. Cuando el zaguero croata Josko Gvardiol erró una acción de gol lo sacó de quicio. Luego, en rueda de prensa, justificó al central: “Es muy joven. Aprenderá. Estaré muy equivocado si le señalo con el dedo, y es un chico fantástico. Ahora, más que nunca, necesita ayuda...”.