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Ese tanto pudo llegar en el minuto 85, cuando Chile dispuso de un penal, que Francisca Lara estrelló en el larguero.
El cuadro sudamericano, que necesitaba ganar por tres goles de diferencia, había anotado antes con un tanto en propia meta de la portera tailandesa Waraporn Boonsing (48) y María José Urrutia (80).
Pese a perder sus dos primeros partidos en su debut en la historia de los Mundiales femeninos, contra Suecia (2-0) y Estados Unidos (3-0), Chile necesitaba una victoria por tres goles de diferencia contra Tailandia, para clasificar a octavos como uno de los cuatro mejores terceros en los seis grupos.
Tailandia había recibido 18 goles en sus dos anteriores partidos (13-0 frente a Estados Unidos y 5-1 contra Suecia), por lo que la tarea no parecía imposible.
Y a cinco minutos del final, la portera tailandesa realizó una dura entrada a Urrutia, que acababa de rematar y su intento fue despejado por una defensa cerca de la línea de gol.
Tras consultar el VAR, la árbitra neozelandesa Anna-Marie Keighley concedió penal. Pero todos los sueños chilenos los estrelló Francisca Lara en el larguero.
Chile quedó con tres puntos como quinta mejor tercera de los seis grupos, por delante de Argentina, con dos unidades.
Camerún, tercera del Grupo E, y Nigeria, en la misma posición en la llave A, también tuvieron tres puntos, pero una mejor diferencia de goles (ambas -2 frente al -3) de las chilenas.
Brasil, China, Camerún y Nigeria fueron de este modo, los cuatro mejores terceros.
