Byron Castillo es el futbolista que podría dejar a Ecuador sin Mundial. El defensor es protagonista de una de las más grandes polémicas en la historia de las Eliminatorias Sudamericanas: su nacionalidad está en duda y dejaría a la ‘Tricolor’ fuera de Qatar, al menos esas son las pretensiones de la selección de Chile.
Chile denuncia a Ecuador ante la FIFA por falsa nacionalidad de Byron Castillo
El caso del lateral de 23 años se centra por supuestas irregularidades en su documentación con posible nacionalidad colombiana y no tiene documentos de ser nacionalizado ecuatoriano.
Por esta razón Chile reclama 5 puntos en las Eliminatorias, con los que aspira ir al Mundial (desde la mesa) dejando a Ecuador por fuera. La situación tiene a Castillo en un colapso nervioso, el cual estalló este fin de semana.
Durante el partido entre Aucas y Barcelona por la fecha 14 de la Liga de Ecuador, Byron cometió un penal para el 2-0 de los locales y le pidió a su técnico que lo sacara.
El defensor abandonó el campo entre lágrimas porque “tiene una carga emocional muy difícil de sobrellevar”, manifestó su entrenador en la rueda de prensa posterior.
“Byron Castillo es una víctima del poder mediático de los tiempos modernos. El chico tiene una carga emocional muy difícil de sobrellevar, es más, para mí es admirable que se ponga a entrenar. Cuando veía lo que le pasó hoy, me dio mucha pena, por eso no sale antes”, dijo Jorge Célico.
El DT comentó que había pensado en reemplazarlo porque lo notaba incómodo en el partido, pero detuvo la decisión al considerar que le haría más daño en vez de ayudarlo.
“Estaba calentando Pedro Pablo Velasco para ingresar, pero no hago el cambio porque hubiera sido un golpe mortal y de ahí viene el penal (falta de Byron sobre Carlos Cuero). Prefiero quedarme con la faceta de ser humano y pensar en los jugadores y no en un resultado”, explicó.
Byron Castillo suma en este curso 11 partidos con el Barcelona, equipo con el que lleva seis temporada y ha iniciado una campaña de apoyo para su futbolista luego de conocer su pedido al técnico y derrumbarse: “Sacame ya, no aguanto más”, le rogaba.
