Entre el 1-0 y el 2-0, la administración de la ventaja del Atlético y una oportunidad fallada por el Getafe, por Pedro León en el segundo tiempo frente al esloveno Jan Oblak, completaron la victoria del bloque del técnico argentino Diego Simeone, mucho más satisfactoria por puntos y goles que por el conjunto del juego.
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Si en la víspera ya hablaba el entrenador rojiblanco de la cantidad de futbolistas importantes que dispone en su plantilla, este martes lo trasladó al campo, con una revolución en su alineación inicial, con hasta seis cambios y con alternativa para el debutante Stefan Savic, el veloz Yannick Carrasco o Siqueira.
También volvieron a la alineación Óliver Torres, Saúl Ñíguez y Fernando Torres, compañero arriba de Antoine Griezmann. El francés ni rota ni para de agrandar aun más, aunque cada vez es más difícil, su transcendencia en el Atlético, como este martes frente al Getafe, al que derribó en cuatro minutos con su extraordinaria definición.
Una concesión imperdonable, más aún cuando tienes enfrente un jugador como Griezmann y un equipo como el Atlético, de inicio intenso, rápido en el robo de la pelota, por momentos con combinaciones precisas a las que el Getafe siempre llegó tarde al comienzo, entradas por las bandas, juego entre líneas y un control casi total.
Casi, porque su adversario sí apareció en alguna ocasión por el área contraria. Tardó media hora, con un disparo lejano de Lafita detenido por Oblak, salvador después instantes antes del descanso, cuando la precipitación de Óliver al sacar una falta en su campo dio una buena opción al serbio Stefan Scepovic con un derechazo cruzado.
Ya había bajado unas cuantas revoluciones el ritmo el Atlético, que terminó el primer tiempo aparentemente conforme con el desarrollo del encuentro, sin daño previsible sobre su portería, y quizá confiado en que el segundo gol llegaría tarde o temprano, en que el tiempo corría, con un tanto más o sin él, a su favor.
Luego entró Jackson, por Fernando Torres, en un partido que no iba ni para un lado ni para otro, ni hacia el 2-0 ni hacia el 1-1. Ni apuntaba el Atlético a la sentencia del duelo ni amagaba el Getafe en el área rojiblanca, en una sucesión de intentos que terminaban en tres cuartos de campo, lejos del objetivo del gol.
Hasta que llegó el aviso más serio de todo el duelo para el Atlético, aún a falta de media hora. Un error de Siqueira encendió la luz de alarma, apagada segundos después porque Pedro León cruzó unos centímetros de más su disparo con el exterior frente a Oblak, pero una señal inequívoca para elevar la tensión del equipo local.
Y reaccionó el Atlético, en el que Simeone recurrió a Tiago, 'el dueño cerebral del equipo en la mitad del campo', según destacó el lunes el técnico, para asegurar los tres puntos, después de dos ocasiones más rojiblancas del desbordante Correa y un notable Saúl y otro gol, culminado por Griezmann a pase de Jackson Martínez para el 2-0.