Los aficionados suizos, puntuales como un reloj

Bien se aplica el dicho que no hay nada más puntual que un reloj suizo. En tanto también entra el refrán que 'los hondureños dejamos todo para última hora'.

Pasa el mediodía ya en Manaus y en el Arena da Amazonia no hay rastro de hondureños, en cambio se comienza a ver ya una fuerte presencia de aficionados helvéticos que sin importar el calor sofocante de esta zona brasileña, ya desfilan por las calles rumbo al estadio.

En los contornos, Danny Zuberbuhler, Markus Lmbauh y Susi Danny Markus Roll se etrevieron a probar por primera vez en su vida un churrasco, un plato muy sudamericano compuestos por diferentes tipos de carnes. Muy contentos vieron como Erick di Melo les preparaba los filetes en una vieja parrilla y luego se los servía por pedazos en un enorme plato.

'Estamos muy contentos de estar aquí, creemos que el equipo suizo puede dar el paso a la siguiente ronda, es lo que deseamos', dijo Lmbauh mientras posaba a grito abierto con la bandera suiza en las manos.

La temperatura ya sobrepasó los 34 grados en este lugar y aunque la humedad está bajando, los aficionados suizos se sacaron la camisa para llegar a su destino final. Una vez abiertos los porteros han preferido entrar al estadio, para tomar alguna bebida que les hidrate y protegerse del sol.

Del otro lado, con un cigarrillo en la mano y otros en la boca, Stephan, Dare y Fritz decidieron salir a caminar un poco antes de ingresar al Arena. Ellos dicen: 'la gente de Honduras dirán que somos locos porque salimos fumando en la foto' y se ríen a carcajadas.

Los suizos se muestran animados, el calor no los espanta, ahora deberán esperar a que los verdaderos sustos se los dé Honduras.