Leo Messi no quiere saber nada de su paso por el PSG. Esta decisión quedó evidenciada en una subasta que llevó a cabo Neymar el jueves por la noche en la fundación que tiene el brasileño en su país.
El argentino se despidió del club parisino a principios de junio luego de dos temporadas. El día que jugó su último partido, una derrota que le costó silbidos en el Parque de los Príncipes, el presidente Nasser Al-Khelaifi se acercó al vestuario y le entregó una estatuilla.
Se trata del Premio de Honor bañado en oro que lleva su apellido, el escudo del PSG y el número 30, el dorsal que Messi lució durante todo este tiempo en la capital francesa.
El rosarino decidió regalarle ese premio a Neymar por una noble causa y el brasileño lo subastó por 172 mil dólares. Fue en la tercera edición del evento benéfico en San Pablo a la que acudieron 900 invitados entre deportistas, celebridades, influencers y empresarios.
Casemiro, famoso streamer, se quedó con el tercer objeto más caro de la noche. El dinero recaudado será destinado a proyectos desarrollados por la asociación sin fines de lucro de Neymar que tiene como objetivo ayudar a niños, adolescentes y familias en situación de vulnerabilidad.
Messi ahora se enfoca en su nueva aventura en Estados Unidos con el Inter Miami. Tras su frustrado regreso al Barcelona, el astro argentino probará suerte en una competición menos exigente y tiene planeado aterrizar en su nuevo equipo a principios de julio.
Neymar, por su parte, disfruta de sus vacaciones, pero al mismo tiempo define su futuro. La prensa francesa señala que el PSG tampoco descarta venderlo este verano.