Con un júbilo que hacía meses no se veía en el estadio Azteca, centenares de aficionados mexicanos bailaron y celebraron este miércoles la victoria 5-1 ante Nueva Zelanda y el pie y medio que el Tri puso en Brasil-2014 al grito de '¡Nos vamos al Mundial!'.
'¡Estoy muy feliz, contento!', confesaba emocionado Carlos Moreno, un abogado de 43 años que por primera vez en 'muchos años' y pese al poco favorable horario de primera hora de la tarde fue al colosal estadio mexicano para animar a la selección en el partido de ida del repechaje intercontinental.
Admitiendo que el Tri hizo pasar momentos 'muy difíciles' a los mexicanos en el hexagonal de la Concacaf, Moreno dijo que no tiene dudas ya de la clasificación de su equipo, que 'siempre fue bueno, pero no estaba bien dirigido'.
Muchos no podían esconder la alegría que les embargaba y saltaban y se abrazaban mientras, de fondo, en una animada carpa en las inmediaciones del campo, algunos empezaban a bailar la samba brasileña que ya sonaba acompañada de un cartel que decía 'Nos vamos a Brasil'.
Juan Rivas, un estudiante de 22 años, elevaba y mostraba exultante a sus amigos la 'manita' que México le propinó a Nueva Zelanda, en un partido que tendrá su vuelta el próximo miércoles pero que devolvió el ánimo y la autoestima a la afición, que apenas vio un triunfo en cinco partido de los suyos en el Azteca en el hexagonal.
'El equipo mejoró mucho, se ve mucho más ofensivo, se atreve más', celebró el joven, que lucía un gran sombrero de paja con el nombre del país marcado en verde, rojo y blanco.
Junto a su hijo de tres años vestido con el equipo completo del Tri, María Eugenia Mageña, ama de casa de 35 años, confesaba que estaba 'emocionada'.
México 'ya tiene un pie' en la máxima competición futbolística después de 'haber sufrido mucho y de que toda la afición estuviéramos cruzando los dedos', recordó.
La afición azteca se sintió humillada por la forma en que su equipo logró la clasificación de forma agónica al repechaje, solo gracias a que su acérrimo rival Estados Unidos remontó de forma sorprendente su partido ante Panamá en los descuentos de la última jornada del hexagonal.
La celebración definitiva se espera para el próximo 20 de noviembre en la vuelta del repechaje en el estadio Westpac de la ciudad de Wellington, en Nueva Zelanda.