El Vaticano confirmó el sensible fallecimiento del papa Francisco la madrugada de este lunesa sus 88 años. Su vida, marcada por la fe y el compromiso social, también estuvo relacionada al fútbol, especialmente por los colores de San Lorenzo, el club de sus amores.
El pontífice argentino siguió al día con su cuota de socio, bajo el número 88.235N-0, y tuvo gestos con el equipo en varios rincones del mundo, ya sea con regalos recibidos o distintos mensajes.
Tras anunciarse la muerte del papa Francisco, San Lorenzo publicó un sentido mensaje a través de sus redes sociales que no tardó en viralizarse.
"Nunca fue uno más y siempre fue uno de los nuestros. Cuervo de niño y de hombre... Cuervo como sacerdote y Cardenal... Cuervo también como Papa... Siempre transmitió su pasión por el Ciclón: cuando iba al Viejo Gasómetro para ver al equipo del 46, cuando confirmaba a Angelito Correa en la capilla de Ciudad Deportiva, cuando recibía las visitas azulgranas en el Vaticano, siempre con felicidad total... Socio N°88235. De Jorge Mario Bergoglio a Francisco, hubo algo que jamás cambió: su amor por el Ciclón. Envueltos en un profundo dolor, desde SanLorenzo hoy le decimos a Francisco: ¡Adiós, gracias y hasta siempre! ¡Estaremos juntos por la eternidad!", expresó la entidad.
El papa Francisco no solo disfrutó de los éxitos de San Lorenzo, sino también de la selección de Argentina, a la que vio ganar tres Mundiales: Argentina 1978, México 1986 y Qatar 2022.
En un libro sobre el pontífice, ‘La vida: mi historia a través de la historia’ (2024), el periodista italiano Fabio Marchese relató que, según Francisco, su “recuerdo más feliz” fue el título del equipo capitaneado por Diego Armando Maradona, en México 86.
Además de "pata dura" jugando al fútbol, el papa también practicó baloncesto y siempre defendió la bondad del deporte como vía para el cambio social.
En ese sentido, en 2017, Francisco grabó un mensaje para su emisión durante el Superbowl de la NFL, celebrado ese año en Houston, en el que deseó que la competición fuese “una señal de paz, amistad y solidaridad para el mundo”.
“Al participar en un deporte, somos capaces de ir más allá de nuestros intereses egoístas y aprendemos de una forma saludable a sacrificarnos y a crecer en la fidelidad y en el respeto a las reglas”, señaló.