La Selección

José Valladares, DT Sub-17: 'Si no hubiera dejado de beber, no trabajaría con niños'

José Valladares, entrenador de la sub 17, le confesó al loco de limber que tuvo problemas con el alcohol

2016-08-02

Bimundialista, trabajador y con los objetivos bien claros. Así puedo describir a “Joche” Valladares, un entrenador al que pocos valoran, pero lleva dos mundiales con la Sub17 catracha (Emiratos árabes y Chile). Ahora va por más, pero, ¿cómo ha obtenido tanto éxito?

Profesor, ¿usted se formó en las ligas menores?
Sí, la verdad que inicié mi carrera como técnico y la primera oportunidad fue en las ligas menores del Club Deportivo Melgar, antes había tenido una pequeña experiencia con equipos de tercera y segunda división, incluso, estuve en la liga intermedia en el Bambino.

¿Qué tanto se aprende dirigiendo las ligas menores, profesor?
Yo siempre agarro una frase del profesor Miguel Escalante, que en la etapa de inicio como técnico, a veces más que ayudar, como que hacemos mucho daño, porque nuestro fútbol en las ligas menores debería de tener entrenadores con todos los conocimientos para desarrollar en verdad todo el potencial de los jóvenes, pero llegan técnicos que reciben el curso y los contratan de ligas menores y empiezan a trabajar con poca experiencia. Entonces, ahí es donde se aprende a enseñar y a dirigir, en la ligas menores te das cuenta si el conocimiento que se tiene del fútbol es suficiente para luego triunfar, se implementan sistemas, se hacen variantes, se improvisa. Al final eso te da una buena experiencia.

¿Cómo están las ligas menores en el país?
No te voy a decir que están completamente abandonadas, hay una mejoría con relación a cuando yo fui futbolista de ligas menores, se jugaba en donde ahora está el complejo olímpico de Tegucigalpa, tenía 11 años, me trasladaba a ese lugar, no teníamos quién nos entrenara.

Profesor, hablo en el nivel del alto rendimiento, ¿estamos bien en ese aspecto?
Se va a manejar en el aspecto económico, cuánta gente tiene equipo en los barrios y cada fin de semana los trae a jugar un partido, pero no tienen la capacidad de pagar un entrenador para que les enseñe a esos niños a jugar. El fútbol menor necesita técnicos con conocimiento y que sepan enseñar, así se logra el alto rendimiento y te diré que debe de ser en todo el país, se ha demostrado que en eso consiste en todo el mundo, gente capaz que enseñe a los niños a jugar.

¿Cuáles han sido las dificultades que usted ha encontrado en el fútbol menor?
Hay muchos jugadores en diferentes lugares con condiciones y con capacidad para practicar fútbol, pero tienen un problema: no han sido educados para jugar, los entrenamientos que ellos llevan son muy simples, cotidianos, cuando me toca seleccionarlos para el proceso tienen muchas limitaciones, no están acostumbrados al trabajo de una selección, vienen muy bajos de entrenamientos; esas son las situaciones que se viven con estos muchachos, nosotros traemos a los jóvenes con mucho talento, pero ya para el nivel de selección hay que darles ese toque que deberían de traer. Estamos muy atrasados a otros países.

¿Me está diciendo que estos jugadores que en su momento destacan en el fútbol nacional y que han participado en mundiales Sub-17 se forman prácticamente a la deriva?
Sí, por la naturaleza, por lo que ellos traen, no ha habido una educación, cuando hablo de educación, no han sido bien entrenados, no se les ha enseñado a jugar, ese es el problema, y yo tengo que hacer mucho en poco tiempo; yo platicaba con un dirigente de Santa Bárbara, le decía que el problema era que le aparecía un jugador talentoso y este mismo en el transcurso de la semana le ponía una cantidad de excusas para no ir a las prácticas, pero este futbolista juega el domingo, usted lo mete sin entrenar, independientemente que otro niño trabajó toda la semana, ese es el problema que se mira, que se ha detectado. Entonces, cuando se le brinda la oportunidad de estar en la selección, no está preparado, no ha entrenado con su equipo a pesar que sea el mejor.

Profesor, nos han hecho creer que las condiciones de estos niños es suficiente para destacar y ser parte de la selección que usted dirige.
No basta con la condiciones, el jugador debe venir en la parte técnica con base, y es muy limitante, la parte motriz no está trabajada, eso yo tengo que hacerlo, no basta con saber tocar la pelota, se necesita mucho trabajo, ocupan de un entrenador con mucho conocimiento para que los eduque, no saben coordinarse, los movimientos corporales hay que enseñárselos, al final, ese es mi trabajo, pero en otros lugares, esos niños ya te llegan trabajados y eso facilita las cosas.

Profesor, cuentan muchas personas que usted le “robó” a Emilio Izaguirre al Olimpia y lo puso en el equipo de sus amores. ¿Cómo fue eso?
Tengo que aclarar muchas cosas sobre este muchacho, el caso de Emilio se dio cuando yo dirigía el grupo de talentos de la zona centro, sur, oriente y estaba ad honorem en ese tiempo, él se mantenía en ese proceso y también otros jugadores, él pertenecía al Honduras, y era parte del Olimpia, como yo tenía que andar viendo futbolistas, yo lo traje a Siguatepeque y pertenecía a la categoría infantil y yo estaba en esa misma área dirigiendo al Motagua.
Lo que pasó fue que cuando terminamos el proceso de la selección, le dije a cada niño que se fuera para sus equipos, recuerdo que Emilio levantó la mano y me indicó que quería jugar conmigo en Motagua, incluso, le dije que no llegara al entreno por ser del Olimpia, la sorpresa que me llevo un lunes, es ver a Emilio en la cancha de entreno, ya no podía correrlo, además, los papás de Emilio son motagüenses, el error que cometieron los del Olimpia fue que no lo inscribieron ni en la infantil .

Después de todo lo que vivió en el caso de Emilio, y tener la dicha de descubrir y entrenar al mejor lateral izquierdo de la historia de Honduras, ¿cómo es su relación con él?
Muy buena, me saluda cada vez que me ve, no importa el lugar, también hay otras cosas que las personas desconocen para que él haya crecido, yo lo llevé a la juvenil del Motagua y con 15 años, yo lo promoví para que lo llevaran al equipo de la segunda división, siempre supe que iba a ser buen jugador de fútbol, luego me tocó dirigir la segunda de Motagua y yo se lo presenté a Alejandro Domínguez, era un mexicano que dirigía el equipo de primera, le dije que debía de observar muy detenidamente a Emilio.

¿Entonces usted fue determinante para que Emilio llegara a ser lo que es hoy?
Claro y me siento satisfecho, mi trabajo siempre fue observar jóvenes y luego entrenarlos, y lo hago de una manera desinteresada, de igual manera traje de Santa María del Real a Luis Garrido y de Catacamas al cancerbero del Motagua, Licona, y otra cantidad de jugadores que se han convertido en figuras en el fútbol nacional, me han recomendado un trabajo muy complicado y cuando veo que estos muchachos juegan a un gran nivel, me siento muy digno de lo que he hecho con ellos.

Tanto trabajo con estos muchachos, tanta enseñanza, profesor, tanto acierto en la elección de varios jugadores que se han destacado en nuestro fútbol. Profesor, ¿lo han llegado a buscar alguno de ellos para tomar un café, platicar un rato, han gestionado una visita de aprendizaje para usted en sus equipos?
La verdad que no, no he tenido ese privilegio que uno de estos jugadores que yo he descubierto por mi trabajo me llame para una pequeña reunión, al contrario, me admiran más los jugadores que no llegaron por cualquier motivo y que ahora trabajan en los bancos o en diferentes lugares o empresas, ellos por rato me llaman para saber de mí, agradecen los consejos que en su momento recibieron de mi parte, ellos no lograron ganar ningún lempira del fútbol, pero con ellos sí platico, hay dos muchachos que trabajan en una óptica que no crecieron en esto, las veces que he ido ahí, el mejor examen es para mí. Ja, ja, ja. He recibido más cariño de los que no llegaron a ser futbolistas. Pero te diré algo, ellos no tienen ningún compromiso conmigo, mi trabajo era identificarlos y entrenarlos.

¿Es usted de esos entrenadores que por haber entrenado y formado a estos muchachos ahora cree tener la facultad de pedirles?
No, para nada, al único que le pido todos los días es a Dios, que me dé fuerza y sabiduría, mi trabajo es ese, descubrirlos, no más, algo que te diré, eso me hace sentirme muy orgulloso de mi trabajo.

Tuvo usted problemas con el alcohol. ¿Cómo pudo entrenar en las ligas menores?
Sí los tuve, cuando jugaba, solo terminaba el partido y me iba a echar mis cervezas, yo vengo de una familia, podría decir pobre, pero eso es normal en el país y no te impide que crezcas en la vida, mi papá tomaba, la niñez de nosotros, somos tres hermanos, no fue tan gloriosa, tuvimos ciertos sufrimientos, cuando mi hija ya tenía cinco años decidí no volver a beber, tenía un espejo de mi papá que vivió un mundo muy equivocado en ese aspecto, eso fue lo que al final evité que mis hijos me vieran en estado de embriaguez.

¿Qué tan dura fue la vida que usted tuvo?
No voy a ponerle tanto drama, por lo menos tenía dos tiempos de comida, eso siempre estaba sobre la mesa, no dormí en la calle, pero desde temprana edad, de seis a siete años, ya tenía que acompañar a mi mamá al mercado, a apoyarla y andar detrás de ella, luego por las tardes tenía que estudiar, por cuestión de trabajo, no fui jugador de una selección que fue a Guatemala. Era una U 14, era el goleador de la liga.

¿Necesitó ayuda profesional para dejar de beber o fue decisión suya?
Fue una decisión personal, luego de varios diálogos con personas que habían sufrido por causas del alcohol; además, si no hubiera dejado de beber, no trabajaría con niños, eso lo tengo claro, con qué tiempo lo haría.