La columna de Salvador Nasralla

Para que no vuelvan a ocurrir, sugiero a los directivos del fútbol hondureño tomar en cuenta algunos problemas que vivió nuestra Selección en Europa y Sudáfrica.

Durante los juegos de fogueo ante Bielorrusia, Azerbaiján y Rumanía, los jugadores tenían prohibido intercambiar camisetas con sus rivales porque no tenían más uniformes, lo cual resulta injustificable en esta época en la que los proveedores de material deportivo lo regalan a destajo, pues les conviene que les difundan su marca, sobre todo una Selección mundialista como la nuestra.

Argumentaron que los uniformes llegaron al otro hotel de Austria en el que originalmente se iban a hospedar y que fue cambiado a última hora (aclaren también por qué el cambio). Dicen que nadie se preocupó por averiguar el paradero de los uniformes y le echaron la culpa al proveedor ¿Qué fue lo que realmente ocurrió?

Tampoco debe volver a suceder que los jugadores duerman en habitaciones individuales como sucedió durante los 12 días que estuvieron en Austria. Lo recomendable son habitaciones dobles especialmente en países en los que hay otras costumbres menos conservadoras que las de nuestro trópico.

Honduras fue la única Selección de las 32 de Sudáfrica cuyos jugadores decidieron individualmente hasta qué hora de la madrugada permanecerían chateando y hablando por teléfono o con sus computadoras portátiles. No fuimos educados para autodisciplinarnos en este aspecto y no pocos jugadores se desvelaban casi todas las noches.

Por otro lado, al no existir control de ingreso de llamadas desde el exterior, por lo menos al hotel de Austria, me consta que muchos medios sudamericanos, especialmente chilenos, llamaron en horas de descanso directamente a las habitaciones de los futbolistas catrachos para entrevistarlos, no sé si lo mismo ocurrió en Johannesburgo, porque nos prohibieron estar cerca del equipo.

Un solo utilero fue muy poco para manipular conos, pelotas, uniformes y otros implementos que se usan en los entrenamientos, sólo Jaime Varela hizo esa función en Alemania y Austria. Tampoco bastaba con un solo doctor, ya que ante cualquier emergencia de un jugador, dicho doctor se iba al hospital y el resto quedaba descuidado. Al llegar a Sudáfrica el Dr. Óscar Benítez la Selección estuvo más protegida, pero pasaron 22 días en Europa sólo con el Dr. Pérez.

Aclaren por qué Rueda se involucró hasta en la contratación de los buses que usaron en Europa.

¿Cómo es posible que minutos antes de comenzar el juego contra Chile algunos titulares hondureños lloraron? En España 82 los nuestros parecían fieras.

Pregúntenle a los seis oficiales de policía que integraron nuestra delegación si es cierto que Rambo se lesionó al patear enojado un portón de hierro porque las autoridades no le examinaron a tiempo un paquete con tacos nuevos que él pretendía usar ese día, los cuales le llegaron al hotel en Nelspruit el 14 de junio.

Y si por no pagar exceso de equipaje viajaron por tierra 14 horas de Austria a Alemania, lo que yo hubiera hecho es enviar la carga por tierra y a los jugadores en avión.