Después de una ducha rápida, un bocado rápido para engañar al estómago y un 'beso antes de venirme' a su madre, la señora Eduviges Bernárdez, el volante de 24 años parte en su bicicleta por las desoladas calles en tiempos de cuarentena durante unos 10 minutos hasta llegar a su trabajo en un taller de refrigeración.
'Atiendo a los clientes que traen sus autos para arreglar el aire acondicionado o mantenimiento. Acá hacemos la obra. No estudié esto, yo no terminé mis estudios, llegué aquí y aprendí, gracias a Dios he aprendido mucho acerca de la refrigeración. Entré con un amigo, él me dijo que viniera a aprender, gracias a Dios estoy acá. Le agradezco a distancia hasta los Estados Unidos', inicia relatando Óscar Suazo mientras visualiza un día de bendición para llevar comida a casa.
El desenlace del coronavirus en todo el mundo ha privado a chicos como Óscar a percibir sus sueldos, sin embargo, aclara que no es temporal, ya que lleva cerca de tres años ejerciendo su labor desde que inició como novato.
Te puede interesar: La historia de superación de Marlon 'Machuca' Ramírez
'Cuando hay entrenamiento en la mañana suelo venir por las tardes y si es doble, vengo un rato y luego retorno al entrenamiento en mi bicicleta. No solo de fútbol se vive, también se vive de pequeños enlaces trabajando. La pandemia ha sido difícil para nosotros. No hemos entrenado ni jugado, pero después de acá me voy al campo a correr. Esto ha sido un sustento para mí y familia. De mí solo depende mi madre, estamos alquilando un cuarto. Mi padre falleció hace cinco años', añadió.
UN TRABAJO HUMILDE Y HAMBRE DE TRIUNFAR
Cambiar tacos sobre el césped por el trabajo de manual en donde sus manos suelen terminar manchadas por el baño de aceite y maquinaria no es algo que le apene puesto que 'para no andar robando o haciendo maldades en la calle, es mejor tener un trabajo de donde sacar dinero para sustentar a la familia' y así como se diferencia en la cancha, también lo hace en su trabajo. 'Mi fuerte son los autos, sé que algún día voy a tener uno y yo mismo podré arreglarlo. Me gustan los Toyota Corolla, pero Dios me va a bendecir y me dará otro'.
'Mis luchas son día a día, yo trabajo aquí como en el campo, cada día me esfuerzo más sabiendo que mis metas no se quedan acá. No es tan difícil, pero las cosas aquí son duras, si uno no trabaja, no come, así que tenemos que hacerlo', soltó.
Desde su debut prometedor en la primera división con 16 años ante Platense hace 8 años, la carrera del volante tatuado como una perlita ceibeña ha tenido altos y bajos hasta llegar a un punto de equilibrio que le permitido mantener su titularidad en el equipo, sin embargo, poco le ha valido para posicionarse en el máximo circuito.
'Hace dos años quería irme para Estados Unidos porque las cosas aquí no me habían salido, estaban duro. Pensé en irme, pero dije que -no-, aquí en mi país tengo que sobresalir y seguir mis pasos que es jugar', confesó.
Ver: Futbolista de día y pollero de noche: Impactante historia de Marlon Flores, futbolista del Victoria
PRUEBA EN MARATHÓN
Según le relató a DIEZ, lo más cercano que estuvo a un equipo de primera división fue en el pasado realizando una prueba en el Marathón.
'En ese momento llegué tarde a las pruebas, solo faltaban dos días y no pude quedarme; e igualmente había profesores que ya me conocían. No sabría decir el porqué no he tenido oportunidad porque considero que en el campo me desempeño de la mejor manera, hago todo lo que me piden. Hoy las oportunidades no me han llegado, pero sé que pronto con la voluntad de Dios me llegarán. Me han llamado otros equipos, pero nunca llegamos a un acuerdo, las negociaciones se caen', manifestó entre signos de nostalgia.
Finalmente, después de robarle varios minutos de su jornada, debemos marcharnos, pero no sin antes escuchar su proeza y sueño a futuro.
'He soñado con jugar en Europa, es mi mayor sueño para sustentar a mi familia. La meta es salir, porque cuando eso sucede los ojos del cuerpo técnico estarán en uno. Yo soy Olimpia, pero hoy que estoy en Victoria le tengo amor a la camiseta, este equipo me ha dado de comer', cerró.