El jugador, quien rememoró que 'un momento familiar difícil' evitó que viniera el torneo anterior al Monstruo, reconoció que llega a un club que 'tiene un plantel rico y un cuerpo técnico capaz, es un equipo que juega torneos internacionales, esas son las cosas que pesan'.
Jugar en tercera división de su país fue importante para mantenerse a tono físico y futbolístico: 'Mi último paso por Racing me sirvió bastante, me estuve entrenando, vengo de un invierno de ocho grados y tengo que adaptarme al calor'.
Agradeció el recibimiento de sus compañeros, a los que cataloga como 'un grupo de jugadores humildes, más allá del recorrido y el lugar donde están'.
Cuestionado por su pasado olimpista, Espíndola fue claro: 'Es otra etapa y a dar el doble'. Prosiguió diciendo que 'hay un equipo que ilusiona, un plantel y cuerpo técnico que ilusionan, tengo la expectativa lo más alto posible y creo que vamos a andar muy bien'.
El jugador estuvo cerca del onceno olimpista, y más allá del cariño de sus hinchas, el cual es recíproco, apunta que este 'es el paso de un club grande a otro grande, me ha tocado conocer la Liga Nacional, ahora me toca una etapa de readaptación'.
Comentó que en el fútbol hondureño 'nadie regala ni un centímetro', pero lo vivido hace un tiempo en el país le servirá para acomodarse más rápido.
Cerró su comparecencia firmando un compromiso con la hinchada verdolaga: 'Hay que ir de a poco, lo que sí se garantiza es que no nos vamos a guardar nada, vamos a ir a tope, venimos a entregarnos al máximo, a la suerte hay que ayudarla con trabajo y esfuerzo'.