No iba camino al estadio para ver la Gran Final entre Real España y Olimpia, tampoco vestía una camisa o un distintivo de un equipo, pero se terminó convirtiendo en una víctima más de la violencia entre barras de fútbol que ha dejado luto y dolor en Honduras.
El martes murió Denis Amaya, un chico que recibió el jueves 23 de diciembre una brutal golpiza de parte aficionados del Olimpia tras ser confundido con un seguidor de los aurinegros.
Ese día, Denis viajó a San Pedro Sula con un grupo de amigos para comprar un vehículo sin imaginar el macabro destino que le esperaba.
Cuando circulaba por las cercanías del estadio Morazán, fueron impactados por otro auto que trasladaba de emergencia a un menor que resultó herido de bala durante los enfrentamientos entre barras antes del encuentro.
En el incidente, Amaya resultó con lesiones leves, por lo que fue subido a una ambulancia. En ese momento, según testigos, miembros de la barra del Olimpia abrieron el automotor y pensando que era un aficionado del equipo contrario, le dieron una brutal paliza en la cabeza y genitales con tubos.
El violento ataque dejó a Amaya herido de gravedad, por lo que fue trasladado al hospital Mario Catarino Rivas donde después de seis días de luchar por su vida, murió el martes 28 de diciembre.
Familiares llegaron a medicina forense a reclamar su cadáver para trasladarlo a Urraco Pueblo, lamentaron el hecho y pidieron a la Policía Nacional investigar lo ocurrido.
Denis Amaya estaba casado y deja un hijo pequeño. Además, le apasionaban las carreras en caballos y era miembro de un club hípico de la zona.
Los restos de Amaya fueron sepultados este jueves en medio de dolor y consternación por lo ocurrido. Sus familiares y pobladores del lugar suplican a las autoridades justicia para los perpetradores del mortal ataque.
El enfrentamiento entre barras en la vuelta de final del Apertura en el Morazán donde hubo hasta balazos, dejó un total de 12 heridos.