Es que en el 2013, Jordy Castro llegó con 13 años a las inferiores de Real España pesando alrededor de 180 libras. Después de ganar la batalla a los kilos de más, el juvenil, ahora 17 años, tuvo un debut soñado ante el Honduras Progreso. Su equipo ganó y él atajó penal.
La oportunidad le llegó de forma fortuita. Luis “Buba” López, el titular se operó de una fisura en la tibia derecha. Además, Kevin Hernández, el segundo se encontraba concentrado con la Bicolor y Kevin Meléndez, el tercer portero, también está lesionado de un brazo. La puerta se abrió y Castro no lo desaprovechó.
MUCHO TRABAJO
Pero para llegar al gran momento que vivió en El Progreso pasaron muchas cosas: Antes de aterrizar al campamento aurinegro, Jordy era un aficionado furtivo de las baleadas. Confiesa que llegó a comerse hasta seis unidades de este delicioso plato típico catracho. Recuerda que sus padres tenían un negocio donde las vendían y era difícil “evitar la tentación”.
Cuando su padre Ángel Castro, que es motorista de transporte pesado, decidió presentarlo a las reservas de la Máquina, no estaba tan convencido: “Yo no creía mucho porque lo miraba un poquito pasado de libras. Estaba gordito, aunque me convencía con su estatura”, recuerda el progenitor.

Jordy mantiene bien cuidados los guantes con los que detuvo los penales al Honduras en su debut.
Jordy recuerda que después de un viaje a Islas Caimán, el uruguayo Marcelo Macías le dejó las cosas muy claras. Si quería ser futbolista tenía que bajar de peso: “Habló con mi padre que si quería verme debutar en Primera División, tenía que moderar mi boca, porque estaba muy dado a la mucha comida chatarra”.
El padre recibió el mensaje. Mientras los técnicos trabajaban en el entrenamiento, él su casa pensaba: “Vamos a tratar de controlarle un poco la comida y el lo acató”, dijo.
DEBUT EN LIGA NACIONAL
Cuando recibió la noticia de su debut, Castro cuenta que nunca estuvo nervioso, pero casi es puesto fuera de combate por una epidemia que se cierne sobre miles de hondureños: Tenía un poco, pero al final no afectó su desempeño en el partido, “quizás jugar de día ayudó”, sostiene.
Y tapó un penal. Hay dos detalles importantes en esa acción. Primero, Edder “Camello” Delgado se acercó para decirle que su hermano, Juan, tenía dificultades para patear a su izquierda. Acertó. Luego, es el primer penal que Jordy tapa en su historia. Nunca la había hecho en las inferiores aurinegras.
NERVIOSO
Aunque nunca admitió los nervios don Ángel sí tenía ansias por el debut de su hijo: “Yo estaba bien nervioso, aunque no se lo dije a él. Imagínese debutando en las condiciones que está Real España ahorita, peleando un repechaje. Gracias a Dios al muchacho lo han apoyado en el resto del equipo”.

El jovencito portero del Real España junto a su familia en la colonia San José V de San Pedro Sula.
La euforia de su mágico estreno ha pasado y Castro afirma tener claro que es más fácil llegar que mantenerse, pero esto no le impide soñar: “Ahora pienso en mantenerme. Ya llegué, ahora pienso en buscar un puesto día a día. Espero no quedarme estancado, quiero seguir mejorando”, dice el oriundo de la populosa colonia San José V.
LAS FRASES
'Uno nunca sabe lo que Dios le tiene preparado, me tocó lindo: atajar un penal. Como dicen un portero sin suerte no es portero, gracias'.
'Uno sabe que es lo que estar con ese peso. No es bonito, quiero sobresalir. Todo tiempo extra es bueno y más en el gimnasio'. Jordy Castro
'Todo el cuerpo técnico de las reservas me la apoyaron muy bien. Ellos lo tienen ahí y él también que ha puesto de su parte'. Ángel Castro, padre de Jordy