Liga Nacional

Liga de Honduras, un fútbol cavernícola donde los dirigentes están ahí para defender los intereses de pocos

Para el periodista José Luis Barralaga, quienes manejan el fútbol hondureño no les importa el sufrimiento de la afición, que es al final la que termina frustrada por los malos resultados.

2023-01-21

El torneo Clausura de liga que hoy iniciará es más de lo mismo: aburrimiento, fútbol de pobre nivel que se quedó estancado en la caverna. Todo evoluciona, todo se reinventa, pero nuestra liga se quedó en el pasado, ya no seduce, no da ganas de verla ni por TV.

No está cerca de que cambie nada porque la institución tiene un presidente que no es hombre de fútbol y el resto de directiva está ahí para defender intereses de los poco visionarios presidentes de los clubes, que no han hecho nada por convertir el fútbol en un negocio que genere ganancias y motivos que provoquen buenos espectáculos y la asistencia masiva de los aficionados a los estadios.

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Lo más seguro es que veremos de nuevo partidos mal jugados técnicamente, con exceso de violencia en la cancha y las gradas, los mismos escenarios asquerosos, con pésimas canchas, jugadores extranjeros “paquetes” en su mayoría y los clubes con los mismos problemas de insolvencia económica que no les permite pagar salarios puntualmente. Es como una película repetida, el mismo campeón

Olimpia, los mismos candidatos al descenso (Real Sociedad y Honduras Progreso) y los mismos problemas de cambios de calendario y retraso en la hora del inicio de los juegos.

La Fenafuth, que debería estar preocupada por mejorar el nivel futbolístico para que la Selección se fortalezca para clasificar al próximo Mundial de 2026 en Estados Unidos, México y Canadá, no está enfocada en las mejoras, solo le interesa “blindar” y defender el negocio de los patrocinadores.

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No les importa el sufrimiento de la afición, que es al final la que termina frustrada por los malos resultados. Está casi asegurado otro torneo deprimente en todos los aspectos, y eso no asegura el fracaso de la liga, sino también la decepción de la presentación de los clubes hondureños y la Selección en competencias internacionales.

Ha llegado la hora de que los clubes comiencen a ver este deporte como un negocio que genera ingresos económicos cuando se traspasan jugadores al exterior o cuando se cobra lo que verdaderamente valen los derechos de televisión u otros patrocinios. Procuremos que la llamada liga profesional se convierte precisamente en eso y nos seduzca. Que así sea.