2016-12-20
Esta Navidad quedará en el recuerdo de los jugadores del Motagua Marlon Licona y Reinieri Mayorquín, ya que no solamente lograron consagrarse campeones con su equipo, además recibieron la bendición de Dios de ser padres previo a jugar ante Platense.
El portero de los azules no solo tuvo que suplir la baja de Harold Fonseca, también se le adelantó la dicha de ser padre de su pequeño Marlon Jeziel Licona. “Me habían dicho que él (bebé) nacería hoy 19 de diciembre, pero se adelantó y era una motivación extra de poder inspirarme, levantar esa copa y gracias a Dios que se dio. Mi hijo nació el 7 de diciembre y me dio la oportunidad de luchar por él”, cuenta.
Además nos confiesa que siempre soñó con este momento de poder tener la dicha de ser padre.
“Siempre vi a otros padres jugar con sus hijos y yo anhelé eso y poder tener los propios. Ahora que lo tengo estoy súper alegre y más con este campeonato. Estoy sumamente bendecido por Dios y ahora tengo que disfrutarlo al máximo. El es mi primer hijo y será una experiencia nueva. Mi esposa estuvo nueve meses embarazada y no me lo creía”, dice.
Luego de lograr el título 14 con el Motagua, el meta de los azules no tenía otro deseo más que poder tener a su pequeño Licona Jrs en sus brazos.
“Durante el partido estuve luchando por él, mi esposa, la familia y cuando se logró fue una gran alegría. Ya después que estaba en San Pedro Sula, ya lo único que quería era llegar y venir abrazarlo por lo que significa la copa 14”, aseguró Licona.
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Otro de los jugadores que fue bendicido con la llegada de su hija Izzel Mayorquín previo a enfrentar el duelo de la gran final antes los escualos fue Reinieri Mayorquín.
“Tanto Marlon Licona como yo fuimos bendecidos en ese aspecto que nacieron nuestros hijos, con salud y eso era algo que pedíamos a Dios poderlos tener antes de la final y así llegar más que motivados”, asegura.
Además nos contó que su deseo de poder tener a su criatura antes de la final se hizo realidad. “En lo personal le pedí a Dios que mi hija naciera antes, luego quedar campeón y poder llevarle la medalla y así lo he hecho. Yo ya tenía todo listo confiando en Dios que todo iba salir bien y así fue”.
Para el hombre de marca de los azules, la llegada de su pequeña Izzael fue de gran motivación por lo que estaba viviendo en el campeonato.
“Fue una alegría enorme poder quedar campeón por lo difícil que es el torneo y en lo personal la pasé duro, pero Dios ha sido fiel con nosotros y nos ha bendecido de una manera sobre natural y me dio la bendición de poder volver a ser padre” , asegura.
Al final del partido los dos jugadores celebraron la obtención de la copa 14 y a la vez con dedicatoria especial por la presencia de los bebés que llegaron para alegrar sus vidas.
El portero de los azules no solo tuvo que suplir la baja de Harold Fonseca, también se le adelantó la dicha de ser padre de su pequeño Marlon Jeziel Licona. “Me habían dicho que él (bebé) nacería hoy 19 de diciembre, pero se adelantó y era una motivación extra de poder inspirarme, levantar esa copa y gracias a Dios que se dio. Mi hijo nació el 7 de diciembre y me dio la oportunidad de luchar por él”, cuenta.
Además nos confiesa que siempre soñó con este momento de poder tener la dicha de ser padre.
“Siempre vi a otros padres jugar con sus hijos y yo anhelé eso y poder tener los propios. Ahora que lo tengo estoy súper alegre y más con este campeonato. Estoy sumamente bendecido por Dios y ahora tengo que disfrutarlo al máximo. El es mi primer hijo y será una experiencia nueva. Mi esposa estuvo nueve meses embarazada y no me lo creía”, dice.
Luego de lograr el título 14 con el Motagua, el meta de los azules no tenía otro deseo más que poder tener a su pequeño Licona Jrs en sus brazos.
“Durante el partido estuve luchando por él, mi esposa, la familia y cuando se logró fue una gran alegría. Ya después que estaba en San Pedro Sula, ya lo único que quería era llegar y venir abrazarlo por lo que significa la copa 14”, aseguró Licona.
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Otro de los jugadores que fue bendicido con la llegada de su hija Izzel Mayorquín previo a enfrentar el duelo de la gran final antes los escualos fue Reinieri Mayorquín.
“Tanto Marlon Licona como yo fuimos bendecidos en ese aspecto que nacieron nuestros hijos, con salud y eso era algo que pedíamos a Dios poderlos tener antes de la final y así llegar más que motivados”, asegura.
Además nos contó que su deseo de poder tener a su criatura antes de la final se hizo realidad. “En lo personal le pedí a Dios que mi hija naciera antes, luego quedar campeón y poder llevarle la medalla y así lo he hecho. Yo ya tenía todo listo confiando en Dios que todo iba salir bien y así fue”.
Para el hombre de marca de los azules, la llegada de su pequeña Izzael fue de gran motivación por lo que estaba viviendo en el campeonato.
“Fue una alegría enorme poder quedar campeón por lo difícil que es el torneo y en lo personal la pasé duro, pero Dios ha sido fiel con nosotros y nos ha bendecido de una manera sobre natural y me dio la bendición de poder volver a ser padre” , asegura.
Al final del partido los dos jugadores celebraron la obtención de la copa 14 y a la vez con dedicatoria especial por la presencia de los bebés que llegaron para alegrar sus vidas.