El derbi del domingo entre Olimpia y Motagua fue un verdadero martirio. La hinchada salió decepcionada y con justa razón.
Partido para el olvido y que hasta los mismos protagonistas reconocen el pobre espectáculo que brindaron en el césped del estadio Nacional.
“Hubo muchas oportunidades claras y tuvimos para matarlas, pero lastimosamente no se logró. No jugamos bien”, aceptó Julio César “Rambo” de León.
-¿Cómo define este clásico?- se le consultó. “Un clásico se resume en pocas palabras: en estos juegos hay que ser determinantes y no lo fuimos, hay que mantener la pelota y no perder la cabeza”. De León abandonó la cancha un poco serio. No fue la mejor versión de Motagua.
SIEMPRE DE FRENTE
El mediocampista izquierdo del León Javier Portillo coincide con la opinión de “Rambo” y remata con sus palabras: “Nadie esperaba un partido así, ni nosotros ni el aficionado. Creo que los seguidores esperaban otro partido porque las expectativas eran otras y no dimos el espectáculo que debíamos brindar”.
“Quedamos en deuda con la afición y reconozco que no jugamos bien. Lo único que nos queda es seguir mejorando en el siguiente partido”, dijo Portillo en tono serio.
Será en la segunda vuelta donde leones y águilas volverán a verse las caras en el coloso capitalino. La deuda con ambas hinchadas es grande y tendrán que saldarla.