Liga Nacional

VIDEO: Michael Chirinos, de ser Ultra Fiel a defender la 33 del Olimpia

Aprendió a jugar fútbol en las calles del barrio San Pablo y a amar al León cantando con la barra.

2016-03-01

Creció en un barrio que representa la realidad de la mayoría de los capitalinos, donde los padres trabajan duro cada día y las madres se encargan de cuidar a sus hijos para evitar que anden en malos pasos, pero sin quitarles la pasión por la pelota.

Es la historia de Michael Chirinos, el delantero de Olimpia de apenas 20 años que aprendió a jugar fútbol en las potras del barrio San Pablo, donde al equipo que le metieran se tenía que quitar la camisa.

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Chirinos conoce cada uno de los callejones de su barrio y asegura que sus amigos de niñez fueron su escuela para aprender a jugar al balompié. “Crecí y jugaba en San Pablo, era barrilero como dicen. Es una belleza haber nacido acá y le agradezco a toda la gente que me vio crecer y me apoya”, inició contando Chirinos.

Foto: Diez

Junto a su padre Rigoberto Chirinos, su madre Bety Cortés y su esposa Allison López.



“Los partidos que no olvido del barrio son todos los clásicos, nosotros éramos el Real San Pablo y jugábamos contra la Canaán. Me acuerdo que una vez íbamos a jugar contra ellos y teníamos que pasar un puente porque había una quebrada de aguas sucias y ellos lo quitaron. Nos tuvimos que pasar por el agua. Ese día ganamos el partido”, compartió Chirinos.

SU AMOR ES FIEL A LA CAMISA DE OLIMPIA
El barrio San Pablo es conocido porque existe mucha pasión de los aficionados por Olimpia, en ese lugar hay un fragmento de la barra Ultrafiel del equipo merengue y Michael Chirinos fue parte de esa historia.

“Yo integré la barra Ultrafiel de Olimpia, siempre iba al estadio a saltar y cantar. Para mí, haber salido de la barra a jugar con el Albo es increíble, es orgullo salir de la Ultrafiel porque es un sentimiento diferente; cuando estaba en las gradas siempre estuve apoyando. Ahora que estoy en la cancha es totalmente diferente, es lindo”, reveló el atacante merengue.

Foto: Diez

El delantero del Olimpia actualmente es parte de la Selección Olímpica de Honduras.



Chirinos es claro que la violencia es mala entre los barristas de fútbol y por eso pide que solo se dediquen a apoyar a sus equipos. “Hay como tres o cuatro amigos de la barra que han perdido la vida, pero de los otros tengo el apoyo total. Siempre me mandan un mensaje cuando voy a jugar, me dicen que el grupo siempre estará alentándome y que deje todo por la camisa de Olimpia”, expresó.

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“El León es lo más grande del país, desde pequeño soy seguidor del equipo. Le agradezco a compañeros como Noel Valladares, Fabio de Souza, Johnny Palacios entre otros que siempre me apoyan y me dan consejos. Lo que más sueño es ser campeón, quiero sentir esa sensación, pero jugando. Deseo anotar un gol y si fuera el del gane sería lindo. Así miraría a todos los olimpistas celebrando un título”, concluyó Chirinos.

El joven delantero lleva el amor por el equipo en la sangre. Es el jugador del barrio de Olimpia, como los miles de seguidores que tiene en todo el país.

LE DEMUESTRAN CARIÑO...
Michael Chirinos vive a la par de la escuela Agustín Alonso del barrio San Pablo y cuando los pequeños salieron de clases al mediodía y vieron al joven delantero de Olimpia, sin dudarlo empezaron a gritar “Chirinos” en muchas ocasiones. Además, le pidieron al originario del barrio que les regalara una foto. Chirinos representa toda la pasión de los pequeños.

Foto: Diez

Los chicos le muestran cariño al jugador del Olimpia.



CURIOSIDADES:

Hacía dinero jugando potras apostadas:
“Siempre jugábamos en la calle apostado, no olvido que era de los primeros que pedían al iniciar”, contó el olimpista.

Porque era el más pequeño, era recogebalones:
“En el barrio hay un equipo famoso que se llama Rebeldes, nunca me metían porque era pequeño, solo les ayudaba a repollar”, recordó Chirinos.

Se graduó del colegio y piensa en la Universidad:
“Se recibió de Técnico en Computación del colegio, aunque luchamos para lograrlo”, reveló don Rigoberto, padre de Chirinos.

Desde niño fue tremendo se escapaba de la casa:
“Siempre lo anduvimos buscando para ver dónde estaba jugando potra. Eso nunca se lo quitamos”, dijo Bety Cortés, su madre.

Foto: Diez

Posa con orgullo junto a las medallas y trofeos que ha ganado.



No quería que fuera jugador de fútbol:
“Siempre le pedí que estudiara, nunca me imaginé que podría llegar a Olimpia. Ahora le digo que siga siendo humilde”, declaró doña Bety, su madre.

Jugaba con los mayores todas las potras:
“Cuando tenía 13 años siempre me ponía a jugar con los de 25, ellos no me golpeaban porque eran del barrio”, recordó Chirinos.

No olvida su primera lesión como jugador:
“Una vez jugando en el campo de la Campaña me golpearon el tobillo, pero solo me puse una venda y seguí en acción”, recordó Chirinos.

Los tenis solo le duraban dos meses cuando era niño:
Don Rigoberto Chirinos, padre del Michael, jugador de Olimpia, confiesa que sufría mucho porque su hijo destruía los zapatos jugando potras en la calle. “Para qué contar cuántos pares de tenis le compré a mi hijo, fueron muchos. Un par de zapatos no le duraba ni dos meses, se llevaba jugando potra todos los días en las calles y campos del barrio”, contó don Rigoberto.

El pequeño Michael Chirinos en su niñez jugando en el barrio.