No Todo es Futbol

'Canto en la ducha... y en todos lados'

Jireh Wilson, la cantante que conquistó Viña del Mar en 2008, tiene nuevos proyectos. Sueña con una Honduras mejor y hasta trabaja para los niños pobres del país…Conocé que más nos dijo en la sección de DIEZ '180 Grados'.

2010-08-07

No me decidí a entrevistarla por su fama, sino por el carisma que denota sin haberla tratado. Tampoco fue por su belleza, porque aunque agraciada, tiene atributos morales que resaltan aún más en su personalidad. Y menos fue por su presentación en Viña del Mar en 2008, porque ya transcurrieron dos años de ese logro y se ha impuesto nuevas y más exigentes metas.

Es alegre, muy alegre. Jovial. Tiene un no sé qué para entrar en confianza y siempre tiene algo qué comentar, qué decir, sin dejar la cordura a un lado. Podría pasar dos días describiendo todo lo que pude conocer de una de las más notables artistas hondureñas, pero la realidad es que sería poco tiempo. Todo lo resumo en una mujer de valor que se paró ante el monstruo de la Quinta Vergara y lejos de tenerle miedo, lo puso a bailar a su ritmo.

Así es Jireh… y sino me creen, mejor compruébenlo ustedes por su propia lectura. Bienvenidos al Mundo Jireh.

Jireh, ¿Viña del Mar fue el despegue internacional de su carrera?

Empecé a hacer música 15 años antes. El gran salto fue Viña del Mar y yo empecé cantando en el coro de la iglesia. Vengo de una familia de artistas en la que hay músicos, pianistas, compositores… Fue mi papá el que sembró esa semillita en mí con su acordeón.
Cada vez que se iba la luz en la casa, en los tiempos de los apagones, yo tenía siete años, mi papá decía vamos a cantar y Jireh será la vocalista. Así comenzó. A los 15 escribía mis propias canciones y a los 16 debutaba ante un público de 200 a 300 personas. A raíz de eso me empezaron a meter en festivales y en concursos de canto.

Cuando me dice iglesia, me la imagino en un centro en el que alababan con música tipo gospel…
Sí, fue en la Iglesia Evangélica Cuadrangular. Allí comencé en el coro de la iglesia.

¿Qué se siente ser la única hondureña en ganar un premio en Viña del Mar?
Una responsabilidad bien grande. Eso fue hace dos años y ahora me toca a mí demostrar que ese jurado no se equivocó al darme ese premio entre tantos países que había en el festival. Ahora me toca darle continuidad a mi carrera, trascender y no quedarme en una gloria pasada. Tengo la responsabilidad de mantener ese título hasta que llegue otra persona.

Cuando la escucho hablar de Viña del Mar es como que guarde ese logro, como uno de sus más grandes tesoros…
Así es, además que es lo más importante que yo he hecho en el plano internacional. He estado en otros festivales, he ganado otros premios, pero nunca había ganado algo en el plano internacional, de esa magnitud.

¿Cómo reparte Jireh el tiempo entre música, tv, familia…?
Es bien difícil y hay que maniobrar como payaso haciendo malabares. Soy esposa, madre, conductora de un programa de televisión, compositora, le dedico tiempo a mi carrera y tengo un disco en puertas… Hay que tener la sabiduría de saber balancearlo todo.

¿El contacto para presentar tv de dónde salió?
Por curiosidad. Soy una persona curiosa y bien aventurera. Me encanta la televisión, me encanta la adrenalina de la tv en vivo…

Y esa transición de contacto con el público en vivo, de los escenarios a una transmisión con el público, pero por medio de una pantalla, ¿cómo va?
Es más relajado incluso, porque a uno ni lo ve la gente y sólo se necesita ver la cámara. Es más relajado.

¿Más vida social en los últimos años, tras ese premio de Viña?
Claro que sí. He conocido más gente, he sido considerada para muchos proyectos, casualmente he terminado una serie de presentaciones en el país, a nivel nacional, la Gira Ruedan los Sueños de Lotelhsa, a beneficio de Operación Sonrisa, por más de dos meses y en la que nos fue muy bien. Es una oportunidad de codearse con otros artistas y de allí han surgido nuevas alianzas.

¿Y la tv le ha dado oportunidad de entrar a otro público?
Claro, es la oportunidad de ganar un nuevo público. El público que vio a Jireh la del Festival de Viña, ahora presentando tv.

Por la seguridad con la que habla, ¿cuánto vive profesionalmente sus carreras?
Con toda la pasión y al cien por ciento.

¿Y ese proyecto del disco en puerta, para cuándo…?
Estamos a un par de meses para sacarlo. Ya no queremos dar más largas al asunto. Estamos queriendo hacer algunos cambios o metamorfosis, pero lo único que puedo adelantar es que estará buenísimo.

¿Qué se viene en ese disco, el mensaje que quiere transmitir con el mismo?
Uno de los propósitos lo tenemos enmarcado en entrar en el mercado mexicano. Y estamos haciendo algunas fusiones para entrar a ese público y usarlo como plataforma.

En segundo lugar, queremos que ese material pueda ser escuchado en otros mercados, porque de hecho es un disco que esperan en Chile para que podamos regresar…

Vamos un poco atrás en el tiempo y cuénteme, ¿cómo logró ganarse ese monstruo de Viña del Mar?, el que para unos ha sido una importante catapulta y para otros una dolorosa sepultura de carreras…
Mmm. No puedo obviar el hecho de que tenía tanto miedo. Sólo para que se hagan una idea de cómo es ese escenario, que al mismo le temen consagrados y aficionados. Lo viví con miedo, con todo el miedo que se puedan imaginar y para poder vencer ese miedo tuve que pensar una cosa: Qué recuerdo quiero que quede de Honduras en este lugar. Y mi orgullo más grande es el hecho de haber dejado una buena imagen y una buena presentación. Esa era mi gaviota.

¿Y hoy, dos años después dónde está esa gaviota?
Esa gaviota está en un estante muy especial de mi casa… pero por sobre todo en el corazón de los hondureños, por cómo lo vieron y cómo lo vivieron. Hoy, todavía dos años después, me dicen: ‘No tuve tiempo de felicitarla recién llegada, pero hoy que me la encuentro la felicito y le digo que lo viví con emoción y hasta lloré…’. Por eso digo que quedó en el corazón de los hondureños.

¿Disfruta todo lo que hace?
Es que cuando uno disfruta lo que hace, uno no trabaja. A uno le pagan por hacer lo que más le gusta, por divertirse.

¿Y canta en la ducha?
Claro que sí… y bastante. Toda la vida y canto en el carro, en la casa, en el trabajo… en todos lados.

¿Y qué otros proyectos, además del disco, le roban su atención?
Nuevos proyectos de televisión y principalmente, la meta ambiciosa que tenemos de conquistar el mercado internacional.

¿Sueña despierta con un país que apoyará en mejor forma al artista nacional?
Eso siempre se sueña. Todos los artistas hondureños lo soñamos. Conquistar este país y por sobre todo, ver una nueva Honduras, no sólo desde el plano artístico, mercantil… sino de ver una nueva Honduras. Curiosamente por ahora apoyo una nueva fundación a favor de niños que viven en extrema pobreza porque el artista no puede vivir sólo para uno. Esos logros deben servir para ayudar al prójimo.

¿Quiénes apoyan esa fundación?
Por ahora sólo están Guillermo Anderson y su servidora, pero estamos pisando el acelerador a fondo para traer fondos para esta fundación…

¿Y no se les pueden unir otros artistas hondureños?
Esa es la idea que estamos cocinando. Eso es lo beneficioso de poder hacer giras como la que hicimos en los meses anteriores para exponerles los proyectos. Eso se viene en puerta.

¿Es cierto que el arte en Honduras no da para subsistir?
El arte da, pero de pronto uno tiene que ver cómo sale y cómo trasciende las fronteras. Para ser sincera, da ilusiones, sueños. Muy pocos logran sobrevivir, muy pocos, pero la mayoría tiene que extender sus alas y volar. Pero lo importante es que si alguien llega a volar, que no se olvide de dónde nació para que lo que logre afuera, lo pueda compartir con su país.

¿Esa gaviota que usted ganó debe ser el punto de partida para aquellos que creen que cuando se quiere… se puede?
Yo estoy esperando que llegue otro hondureño a la Quinta Vergara y se pueda traer todas las gaviotas que pueda.

Si usted pudiera hacer algo por el artista hondureño, ¿qué haría?
En un plano general, dejar todas las puertas abiertas para que donde Dios me permita entrar, que puedan hacerlo otros. No quiero ser la única, quiero beneficiar a otros para que igual triunfen.

El anhelo de toda mujer hondureña, ¿cuál debe ser?
Hacer valer sus derechos. Ser capaz de valerse por sí misma. Tener acceso a un trabajo digno, una casa digna. Es un problema de Latinoamérica, el hecho de contar con muchas madres solteras. Me gustaría ver que una mujer se vale de sí misma, que así como uno hombre puede escalar en un trabajo, a la mujer se le trate igual y cuente con esas oportunidades.

¿Será porque aquí reina el machismo?
Sí, es Latinoamérica y Latinoamérica es eso.

¿Y en algún momento los políticos quisieron sacar provecho de su éxito?
Nadie se puede aprovechar de uno mientras uno no lo permita. Es obvio que me vi involucrada en un evento político, pero no se aprovecharon de mí. Yo soy muy soñadora y luchadora y por eso participé en un evento, pero nada más. Es un campo viciado y minado, no me arrepiento de haberlo hecho… y creo que eso me hizo más catracha, independiente de lo que haya visto.

¿Miró cosas feas?
Una que otra…

¿Del pueblo, de los políticos?
De los políticos, del pueblo que quiere involucrarse en política y sobre qué intenciones son las que lleva. Realmente no se puede culpar a los políticos porque como dice una reconocida frase: “Los pueblos tienen los gobiernos que se merecen”.

¿Malas costumbres del pueblo?
El pueblo se ha acostumbrado al mal político, aunque baile el mismo son y baile el mismo tango.

¿Cuánto asimila su notoriedad en los últimos días?
Trato de mantener los pies sobre la tierra. Tengo un esposo y una hija que me mantienen sobria en este mundo.

¿Será cierto que de amor nadie se muere?
Ja, ja, ja, en los románticos sí, pero la verdad es que la vida sigue.

¿Cómo se vive intensamente al estilo Jireh Wilson?
Mmmmmm… Vivo con toda la pasión, con cada fibra y átomo de mi ser.

¿Qué perdonaría más fácil, un chisme o una mentira?
Ninguna de las dos. No me gustan las mentiras. No concuerdo con Ricardo Arjona cuando dice que una mentira que nos hace feliz, no vale más que una verdad que nos amargue la vida… Yo siempre prefiero la verdad.

Su influencia musical, por cierto, ¿de dónde proviene?
De mi papá, de mi mamá, de mi abuela que era cantante de opera.

LO QUE ADMIRA

De su canto: Mi voz

De su actuación en Viña: Haberme levantando tras equivocarme

De sus padres: La capacidad de soñar

De su familia: Su amor por la vida

De Jireh Wilson: Mi pasión por las cosas que me gustan

Una virtud: La lucha, soy muy luchadora

Un defecto: Ser perfeccionista

Un deseo: Terminar mi disco

Un concierto: Uno pequeño que fue privado

Una canción: Quédate

Cosas que nunca olvida

1. Encender mi computadora

2. Bañarme

3. Encender mi celular
4. Trabajar en mis canciones

UNA DE DOS

A capela o con pista: con pista

Bajo o contrabajo: contrabajo

Micrófono normal o inalámbrico: inalámbrico

Concierto al aire libre o cerrado: al aire libre

Bar o restaurante: restaurante

Cine o teatro: teatro

Biblioteca o ciber: No puedo mentir, ciber

Té o café: café

Día o noche: noche
Facebook o Twitter: Facebook, pero no lo uso mucho

JIREH WILSON

Nombre: Jireh Jeaneth Turcios Wilson

Nació: 21 de diciembre…

Peso: “El peso no lo digo, pero he bajado”

Estatura: 1.65 metros

Padres: Cipriano Turcios y Violeta Wilson

Estado Civil: Casada

Hijos: Una, Lely

Estudios: En hotelería y turismo

Placeres: Le fascina leer

Libro preferido: Cómo alcanzar el éxito

Un ideal: Una Honduras mejor
Un héroe: Jesucristo