La noche mágica del PSG terminó con final feliz: golazo en el último suspiro y con ventaja de 1-0 para la vuelta de los octavos de final de la Champions League ante el todo poderoso Real Madrid, que esta noche, sucumbió en París.
No podía ser alguien más que el heredero al trono del fútbol, Klyian Mbappé, quien diera el ultimátum en el Parque de los Prícipes, que al minuto 90+4’, estalló tras un jugadón del francés, que se escurrió entre Vásquez y Militao, para sembrar la daga al gigante Courtois que vio como el balón se coló entre sus piernas; era la única manera.
El PSG fue dominador de principio a fin, pero su superioridad no la pudo reflejar en el marcador en el tiempo reglamentario. Fueron 23 remates los que realizó el equipo francés comparado con los tres que hizo el conjunto blanco, que no disparó entre los tres postes.
Al 59’, Mbappé, de partido electrizante desde el costado izquierdo, consiguió un penal tras superar la marca de un Carvajal asustado por el poderío del campeón del mundo, que lo volvió loco mientras estuvo en cancha.
La pena máxima la cobró Messi, y para sorpresa para el mundo entero, falló; Courtois se lanzó hacia su izquierda donde se encontró con un remate sin potencia y colocación. Ya era mucho premio para el Real Madrid, que disputó en las tierras de Napoleón su peor partido de la temporada.
Fue el mismo Leo y Kylian, quienes con su intensidad y garra, le impidieron al cuadro español completar siquiera tres pases consecutivos la mayor parte del encuentro.
El empuje, calidad, dominio y hambre de los de Pochettino dejó en claro, una vez más, que el PSG sí tiene para ser campeón de esta Champions, pero para ello, deben aprender a aniquilar al rival, y al Real Madrid, que sufrió una pesadilla en Francia, sólo debe ganar por un gol en la vuelta para igualar todo en la serie al ya no existir la regla de goles como visitantes.
El segundo capítulo de esta infartante llave se cerrará el miércoles 9 de marzo en el templo del fútbol, el Santiago Bernabéu, donde Neymar y Mbappé, en dos temporadas distintas, no lograron triunfar con el París (derrota en 2018 y empate en 2019), junto a un Messi, que acumuló su octavo partido sin anotar o asistir (última vez en diciembre del 2017) ante el trece veces campeón de Europa.
