Luego de siete temporadas, el portero le dijo adiós al equipo italiano, pero hay algo de él de lo que se puede hablar y es su paupérrimo paso por esta institución.
El hecho particular radica en que el arquero nunca jugó un duelo oficial en el conjunto de Milán y además fue expulsado en dos oportunidades.
Berni llegó a Inter en 2014 tras su paso por Torino. Desde entonces, vivió a la sombra de Samir Handanović y de otro arquero suplente (Carrizo, Padelli), siendo el tercer guardameta del equipo.
A pesar de esta situación, el golero italiano Tommaso Berni adquirió un rol clave en el plantel neroazzurro, a partir de su notable calidad humana y el profesionalismo que exhibía en cada uno de los entrenamientos, donde además alentaba a los más jóvenes.
En estos seis años, el oriundo de Firenze sólo jugó algunos minutos en encuentros amistosos como por ejemplo, la Berlusconi Trophy, en octubre de 2015. En junio de 2019, Inter le renovó el contrato por un año a Berni, quien expresó su motivación al respecto.
“Tengo el entusiasmo de un niño, no puedo esperar más para que comience de nuevo la temporada”, indicaba en el sitio web de la escuadra italiana.
En la Serie A 2019/2020, el portero vivió una singular situación. Fue expulsado en dos ocasiones (ante Cagliari y Parma), tras reclamarle al cuerpo arbitral desde la banca de suplentes. Pero más allá de eso, es la historia de un arquero que siempre mostró garra y empuje, a pesar de su falta de minutos.
