Stamford Bridge, que tiene 109 años de vida, se convertiría en el tercer estadio más amplio de Inglaterra si el multimillonario ruso consigue llevar a cabo sus planes.
El principal objetivo de Abramovich es incrementar los ingresos del equipo, así como potenciar el status del club de cara al fair play financiero.
Actualmente, el estadio cuenta con 41.837 asientos. El Chelsea estudió las opciones de mover el estadio hacia la estación termoeléctrica de Battersea, que actualmente está inactiva. El ruso también se planteó la opción de ir a Earls Court.
El plan definitivo no incluirá finalmente la posibilidad de un traslado, sino la ampliación del estadio sobre District Line, recorrido perteneciente al metro de Londres, y que atraviesa Stamford Bridge.