Al Nassr derrotó el domingo al Al Shabab (3-2) en un verdadero partidazo en la liga de Arabia Saudita. El equipo de Cristiano Ronaldo, que marcó un gol de penal, se llevó tres puntos fundamentales para seguir cerca de los primeros puestos.
Sin embargo, tanta tensión en los 90 minutos llevaron al portugués a un desahogo tan insólito como lamentable. La afición de Al Shabab abucheó al delantero cada vez que tocaba el balón y evidentemente, no lo soportó.
Cuando el árbitro sonó el pitazo final del partido, los jugadores de Al Nassr lo festejaron con todo, pero Ronaldo decidió dedicárselo a la fanaticada rival que le estaba gritando “Messi, Messi”.
Cristiano primero hizo el gesto de que no los escuchaba, pero lo peor llegó luego. El luso hizo varios gestos obscenos, que lógicamente, despertaron la furia de los hinchas de Al Shabab.
Lo que sorprende es que un futbolista de la talla de Ronaldo, con tanta experiencia, siga teniendo estas reacciones, recordando que hace unas semanas, tras perder con Al Hilal, se pasó una camiseta por sus partes íntimas y se la lanzó a los aficionados.