El brasileño saltó al césped del Camp Nou para hacer el calentamiento sin ningún pelo en la cabeza. Cuando se presentó en el estadio alrededor de las dos de la tarde (hora de España), la hora fijada por Luis Enrique para reunir al equipo de cara al partido de Liga contra Las Palmas sí iba con un flequillo que le caía por la parte central de la frente.
Poco le duró. Fue en el mismo vestuario donde se tramó la revolucionaria decisión sobre su nueva estética.
Y en el interior del Estadi, zona sagrada para alguien ajeno al club, no había lugar para su estilista. Entre broma y broma con Dani Alves, Neymar se dejó convencer por su amigo y compatriota, que no dudó en tomar la máquina de afeitar y fue el lateral quien tomó la máquina de afeitar y le rapó en un instante todo el pelo.
Algunos de sus compañeros asistieron a la escena. Saben que si Neymar y Alves no se divierten no serían ellos.
Todo ello ayudó al buen rollo de un grupo que poco después vivió el duro golpe de la lesión de Leo Messi en los compases iniciales del encuentro.
Cuando sus amigos presentes en el Camp Nou le vieron irrumpir en el césped, no tenían ni idea dónde estaba el polémico brasileño y tardaron en reconocerlo.
Tampoco los familiares que presenciaron el partido por la televisión. Tampoco fue por solidaridad con niños de cáncer como circuló.
Neymar se rapó porque le salió así aunque algunos de sus numerosos patrocinadores quedaran aún más sorprendidos por su ''nuevo look''. No en vano, en algún caso les supondrá más horas de trabajo para hacer realidad las campañas que tenían en mente próximamente.
