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Bale marcó el tercer gol blanco tras haber salido del banquillo en el Wanda Metropolitano y lo celebró golpeando un brazo sobre el otro, lo que se entiende como un 'corte de mangas', en respuesta a los abucheos que recibía desde la grada.
'Agita el brazo derecho llevándoselo a la proximidad de su cabeza, en previsible signo de provocación animosa al público, efectuando posteriormente un ademán de posible significado obsceno y despectivo levantando el brazo doblado y golpeándose en la mitad de él con la otra mano', explica la Liga en su comunicado.
'Cualquier celebración ofensiva de gol que pudiera generar crispación en el público o que se considerara como contraria al buen orden deportivo, aun cuando no fuera reflejada en el acta arbitral, se trasladaría a este comité, para la depuración de las responsabilidades disciplinarias oportunas', añadió.
Si fuera declarado culpable por el comité de competición, Bale se arriesgaría a una sanción que podría alcanzar los 12 partidos, aunque parece más realista un castigo de entre uno y tres encuentros.
