La efectividad del equipo ruso fue total e hizo estéril el dominio valencianista, un equipo que tuvo momentos buenos, pero que no consiguió que esos argumentos fueran suficientes para no perder ante un equipo que explotó al máximo sus cualidades y frente al que le faltó algo de consistencia y acierto.
El Valencia inició muy bien el encuentro y envió un balón al palo a los dos minutos en un remate de Cancelo, pero en la primera ocasión visitante, una penetración de Danny acabó con un pase a Hulk, quien en un perfecto disparo cruzado puso el 0-1 en el marcador.
Nada cambió tras ese gol, ya que el Valencia mantuvo alto el listón de su juego y penetró con cierta profundidad por ambas bandas, aunque le faltó remate.

Hulk, en su papel protagonista, intentó sorprender a Jaume con un envío lejano, desde casi medio campo, en el minuto 39, pero cuando realmente sorprendió a todo el estadio fue seis minutos después, ya que con un zurdazo de una potencia descomunal puso el 0-2 en el marcador.
Dos acciones concretas daban ventaja al Zenit cuando el partido llegó al descanso tras 45 minutos en los que el Valencia, sin brillar, no había estado por debajo de su oponente.

El equipo mantuvo las suficientes energías como para empatar en una acción de mucha calidad de André Gomes pasado el ecuador del segundo periodo, pero en la siguiente aproximación, el Zenit volvió a adelantarse en el marcador con un disparo raso de Witsel.
Tras el 2-3, la insistencia local no menguó, las aproximaciones a la meta del Zenit fueron constantes, pero no dieron de sí lo suficiente como para que el Valencia puntuara en el debut de su retorno a la Liga de Campeones.
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