En primer lugar, dejar escapar a Nolito. El club ha explicado que no lo firmó por un problema de gastos y con el fin de no infringir las normas acordadas en los estatutos del club. Sin embargo, se hubiera podido apalabrar su llegada y cuantificar los 18 millones de inversión en el ejercicio de la temporada que está a punto de empezar. No se hizo y ahora el Barça no encuentra delantero.
Nolito podría ejercer de extremo derecho goleador y a su vez de jugador de área. Además, tiene experiencia en la liga española y Luis Enrique le quería.
En segundo lugar, no fichar un lateral derecho para paliar la salida de Dani Alves, el lateral derecho más importante de la historia del club. Aleix Vidal llegó al Barça como garantía, pero Luis Enrique no le dio confianza y el jugador incluso vio varios partidos desde la grada.
El Barça debió echar el resto por el lateral derecho del Arsenal FC, el canterano del Barça y del club gunner, Héctor Bellerín. El catalán renovará con el Arsenal próximamente y su cláusula crecerá. Se trata de un jugador de 21 años, veloz, carrilero, el mejor lateral derecho de la Premier League.
El tercer lugar, el Barça ha cometido errores en el apartado de la gestión de contratos y las ventas. Dani Alves tuvo la opción de ejecutar una cláusula de rescisión de contrato. Su acuerdo con el Barça expiraba en 2017, con opción a una temporada más, pero se ha marcado del club gratis, al igual que Montoya y Sandro, a los que les quedaba dos y un año de contrato, respectivamente.
Además, Adriano ha salido por 600.000 euros y Marc Bartra por tan solo 8 millones.