PSG y Luis Enrique planean el fichaje imposible: 250 millones de euros por el jugador que les hizo daño

El París Saint-Germain firmó la mejor temporada de su historia tras ganarlo todo en Europa, incluida su primera Champions League, y estuvo muy cerca de conquistar el renovado Mundial de Clubes de la FIFA que se celebró en Estados Unidos.

Los dirigidos por Luis Enrique venían demostrando su poderío en cada partido, pero en la final del torneo se encontraron con un desatado Cole Palmer, quien les hizo daño con un doblete y una asistencia para que Chelsea se quedara con el título.

La derrota provocó dolor, frustración y, obviamente, es una alarma para lo que se vendrá en la próxima temporada, donde todos irán por la Champions que tiene el PSG. Sin embargo, el fichaje que estaría planificando el club roza lo imposible por el contexto.

De acuerdo a distintos medios ingleses, la entidad parisina estaría dispuesta a pagar 250 millones de euros por el traspaso de Cole Palmer y convertirlo en el futbolista más caro de la historia, superando los 222 millones que pagó por Neymar al FC Barcelona.

En principio, la operación realmente parece imposible por muchos condicionantes. Hace un año, el Chelsea decidió renovarle el contrato al jugador hasta 2033. Además, su momento futbolístico lleva a los 'Blues' a declararlo intransferible por completo.

"Estoy encantado de firmar este nuevo contrato. Logré mucho en este tiempo y espero poder seguir disfrutando de grandes cosas en este club, tanto a nivel personal como aportando éxitos y trofeos al Chelsea", expresaba el volante inglés tras su renovación.

Palmer explotó su rendimiento al máximo desde ese momento y se hizo líder de un Chelsea que acabó ganando la Conference League y el Mundial de Clubes. El cuadro londinense volverá a disputar una Champions League la próxima campaña, como serio candidato.

Internamente, el PSG evaluó el fichaje de Palmer en el curso anterior, pero la directiva y Luis Enrique se enfocaron por otro estilo de futbolistas. Ahora, con el rendimiento mostrado por el británico, su nombre vuelve a sonar en París.

La misión parece imposible y no precisamente por el dinero, sino por el momento que atraviesa el futbolista con el Chelsea.