El exdelantero Samuel Eto’o finalmente ha sido condenado a reconocer a Erika Do Rosario Nieves, una joven madrileña de 22 años, como su hija. Así lo declaró este jueves el juzgado de primera instancia número 83 de Madrid luego de que el camerunés se mostrara en rebeldía y no atendía las pruebas presentadas en su contra.
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El abogado sevillano Fernando Osuna se ha encargado de la representación legal y presentó en 2018 la demanda de la joven, fruto de una relación del africano de hace 23 años.
La madre de la joven, una mujer de raza negra llamada Adileusa, y el exfutbolista, se conocieron, según se recoge en la demanda, en una discoteca de Madrid en 1997, cuando Eto’o militaba en el Leganés, tras presentarlos un amigo en común que trabajaba en dicho lugar.
Fruto de la relación, señala la misma demanda, en febrero de 1998 la mujer descubrió que estaba embarazada, lo que le comunicó, y entonces “le dijo que actuaría de forma responsable respecto al hijo común, aunque prefería que no tuviera al niño”.
Además dice que “durante el embarazo intentó comunicar con el futuro padre, pero este no contestó a sus llamadas telefónicas ni a sus correos”, para indicar que le avisó mediante un mensaje telefónico de que iba a dar a luz, sin obtener respuesta por su parte.
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La niña nació en 1999 en el hospital de la Fundación Alarcón de Madrid, cuando Eto’o entonces ya jugaba en el Espanyol, sin que el africano la reconociese en ningún momento.
Para sacar adelante el proceso, Erika Do Rosario Nieves aportó pruebas biológicas que avalaban su testimonio, lo que hizo que el juez admitiese la demanda, aunque Eto’o nunca atendió los requerimientos del juzgado.
La sentencia condena al exfutbolista al pago de una pensión mensual a la joven de 1.400 euros, con carácter retroactivo desde que se presentó la demanda.
La sentencia puede ser recurrida, pero Fernando Osuna asegura que Eto’o, que reside en Qatar, se tendría que personar. “¿Y qué va a argumentar? ¿Por qué no ha dado nunca señales de vida en todo este tiempo? El caso se ha publicado en toda la prensa internacional y es imposible que alegue que no estaba enterado”, señala el abogado.
Y añade: ‘‘Erika y su madre están muy contentas porque viven en una situación bastante precaria. Erika está acabando sus estudios de Magisterio y se saca un dinerillo como canguro, pero nada más”.
Al abogado le gustaría propiciar un encuentro entre Eto’o y su hija, aunque lo ve difícil. Lo ha conseguido con algunos de sus clientes, algunos tan mediáticos como Carlos Baute y su hijo José Daniel, al que el cantante reconoció en 2021.
