El dilema del Barça sería el siguiente: renovar a Neymar o garantizar la salud financiera del club. En los próximos años el club catalán deberá hacer frente a una importante inversión para tirar adelante el Nou Camp Nou, presupuestado inicialmente en 360 millones de euros.
El club no solo no ha cerrado todavía el patrocinio de la camiseta, sino que también anda detrás de un 'apellido' para el estadio, dos fuentes de ingresos imprescindibles para hacer frente al proyecto deportivo.
El diario apunta que tras su renovación, Neymar pasaría a cobrar un salario de 100.000 euros semanales en el Barça, una cantidad que podría asfixiar a la economía de la entidad. Por el contrario, el Manchester United, uno de los principales pretendientes del jugador junto al PSG, estaría dispuesto a triplicar la nómina del brasileño.
