El PSG no pasó del empate a cero contra el Reims este sábado en un partido que no contó con la presencia de Leo Messi por molestias físicas y en el que fue expulsado el defensor Sergio Ramos.
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El central se fue a las duchas al minuto 40 luego de una airada protesta contra el árbitro del juego. En el estadio Auguste-Delaune II, Ramos ‘perdió la cabeza’ por un tiro libre en contra que consideró que no había existido y vio la roja antes de tiempo.
Todo comenzó cuando el senegalés Dion Lopy tomó la pelota en mitad de cancha y comenzó a gambetear rivales hasta ser rodeado y derribado por varios rivales del PSG, entre los que estaba Ramos.
Marco Verratti, quien lo siguió desde atrás, pareció quitarle el balón limpiamente, pero el juez Pierre Gaillouste sancionó falta cuando Lopy perdió la estabilidad y cayó al suelo.
Allí los jugadores del PSG rodearon al colegiado, que se encaró con un Sergio Ramos enfurecido. No se llegó a saber qué fue lo que le dijo el zaguero, aunque teóricamente el árbitro, que primero lo apercibió con una amarilla y luego le enseñó la roja directa, lo echó por su actitud.
La cosa no quedó ahí, porque los reclamos se incrementaron cuando los jugadores vieron la decisión del silbante. Verratti, fuera de sí, se ganó la amarilla también por protestar y tuvo que ser calmado por su entrenador Christophe Galtier, quien lo hizo entrar en razón para que no dejara a su equipo con nueve hombres.
Camino al vestuario en el entretiempo, Marquinhos se refirió a la situación en Canal+: “¡Es increíble! Está empezando a ser demasiado. No sé si hay algo personal contra nosotros. No queremos hablar de arbitraje todo el tiempo, sabemos que su trabajo es muy difícil. Pero aún así, tiene que tener el control del partido. Cada vez que nos acercamos a él, pone una tarjeta, no podemos hablar. No sé lo que él escuchó, pero le pone roja. Sergio se acercó, no le gustó el gesto y le mostró la tarjeta”, comentó el brasileño.
