La familia del delantero hondureño Antony “Choco” Lozano atraviesa un momento de profundo dolor tras confirmarse este domingo el fallecimiento de su abuelo, don Rubén Lozano, a los 87 años de edad. El deceso ocurrió en el departamento de Yoro, lugar donde el futbolista creció y donde su abuelo fue una figura muy querida por familiares y vecinos.
Según se conoció, don Rubén falleció por complicaciones de salud propias de su avanzada edad. Durante los últimos años había venido enfrentando distintos problemas médicos, aunque siempre se mantuvo rodeado del cariño de su familia. Su partida deja un vacío importante en el entorno más cercano del futbolista del Santos y de la Selección Nacional de Honduras.
Don Rubén no solo fue abuelo, sino también una figura paterna para “Choco” Lozano en sus primeros años de vida. En Yoro, él y otros miembros de la familia cuidaron al pequeño Antony, cuando aún soñaba con convertirse en futbolista profesional. Esos años marcaron al jugador, quien siempre ha recordado con orgullo sus raíces y el papel fundamental que su familia tuvo en su formación personal.
De manera especial, el cariño entre ambos era evidente. Don Rubén solía llamarle “Tony”, no “Choco”, como lo conoce el mundo del fútbol. Para él, ese apodo familiar reflejaba el afecto y la cercanía que compartían, más allá de la fama y los logros deportivos que su nieto alcanzó con el paso del tiempo.
La noticia del fallecimiento ha conmovido a los vecinos y amigos de la familia Lozano en Yoro, quienes recuerdan a don Rubén como un hombre amable, trabajador y siempre orgulloso del éxito de su nieto. En la comunidad, varias personas han expresado sus condolencias y acompañamiento a la familia en este difícil momento.
Anthony "Choco" Lozano, coincidentemente, está en Honduras, concentrado con la Bicolor para afrontar el trascendental partido ante Haití por la jornada cuatro de la Eliminatoria Mundialista de Concacaf.