Liga Nacional

Los cinco pecados capitales que llevaron al Olimpia a un nuevo fracaso

La juventud fue la apuesta de Manuel Keosseián. Los duelos individuales, se murió con el mismo sistema y los delanteros fueron desconectados

2019-06-03

El Olimpia dejó de ser aquel equipo que salía a arrollar a sus rivales. Le jugó con un respeto al Motagua que marcó las líneas del juego y a pesar de la experiencia de Manuel Keosseián, nunca pudo desconectar los circuitos que le montó Diego Vázquez.

Los albos apostaron por la juventud en el mediocampo y ataque, con algunas piezas de experiencia, Motagua mandó su maquinaria que ha venido jugando a lo largo de estos años con Diego Vázquez y lograron un triunfo, que a pesar del error arbitral en el gol, Olimpia no apareció.

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LOS PECADOS DEL OLIMPIA

Mismo sistema: El entrenador Manuel Keosseián le volvió a salir a Motagua con un sistema 4-4-2, con un volante de contención (Deybi Flores) que nunca pudo desconectar a Galvaliz y los delanteros. Olimpia fue presa del nerviosismo, cosa que Motagua lo aprovechó.

Foto: Diez

El mediapunta Kevin López volvió locos a los olimpistas. Elmer Güity no pudo subir en todo el partido.

Jóvenes sin rodaje: La inexperiencia de Jorge Álvarez, Edwin Rodríguez, Jorge Benguché, Alejandro Reyes, no hizo mella en una final, Motagua los hizo ver pequeños y nunca aparecieron cuando lo debieron hacer. Le pesó a Manolo jugársela con Rodríguez sin recuperarse.

Delanteros desconectados: Jorge Benguché y Jerry Bengtson fueron dos desconocidos, Manolo se “murió” con esta apuesta que fue desconectada por el mediocampo y la defensa de Motagua que nunca los dejó acomodarse. Jerry solo tuvo una clara en el primer tiempo.

Pesó la inexperiencia: Los jugadores del Motagua del mediocampo hacia adelante se vieron superiores a los olimpistas, recuperaban, armaron jugadas y siempre llevaron la voz; los de Olimpia anduvieron detrás de la pelota sin encontrar nunca la llave maestra.

Diego presionó y Manolo se entregó: Diego conoce tan bien a su equipo que jugó prácticamente solo, las incursiones de Omar Elvir y Meléndez por las bandas, la picardía de Galvaliz y la ferocidad de Castellanos y Peña, anularon a los creativos olimpistas. Manolo nunca pudo acabar con la táctica de Diego que lo ahogó hasta llevarlo al límite.