La eliminación de Marathón en el torneo nacional desató la furia de un grupo de aficionados que, tras la dolorosa derrota en tanda de penales ante Victoria, recurrieron a la violencia.
En un acto de desesperación y represalia, los hinchas verdolagas saltaron el cerco perimetral de la sede del equipo y atacaron los vehículos de los jugadores con palos y piedras.
Los futbolistas, aún conmocionados por el desenlace del encuentro, fueron blanco de amenazas por parte de los vándalos, quienes expresaron su indignación por el fracaso del equipo en la competencia. La situación escaló rápidamente, obligando a las autoridades a intervenir.
La policía ya está tras la pista de los responsables, y se espera que en las próximas horas se emitan comunicados oficiales con avances en la investigación.
La situación se ha venido complicando con los aficionados de Marathón ya que en meses anteriores, el entrenador Manuel Keosseián, también fue blanco de fanáticos enardecidos que los atacaron a gritos en el estadio Yankel Rosenthal.
