En la final de ida entre Motagua - Olimpia, concretamente en el minuto 69 del juego, el partido se suspendió temporalmente luego de que Jorge Álvarez fuera increpado en el banderín del tiro de esquina.
Armando Castro, réferi del juego, tuvo que ser asistido por el comisario del compromiso debido a que supuestos aficionados del ciclón le arrojaron objetos al futbolista olimpista.
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Todo se originó por el lanzamiento de un refresco en el costado lateral, cerca de la zona de esquina del Motagua. El futbolista fue el blanco principal.
Segundos después, cuando se aprestaba a tirar el córner, otro objeto no identificado fue tirado desde la parte alta, donde varias personas estaban subidas en el alambrado del Carlos Miranda.
Armando Castro frenó el cotejo por cinco minutos, hasta que los aficionados desistieran de tirar objetos a la cancha. Juan Bertani, preparador físico del Motagua, tuvo que intervenir para que los supuestos aficionados del ciclón desistieran.
Finalmente los hinchas se bajaron, la policía llegó al lugar y el partido se reanudó con el tiro de esquina a favor del Olimpia.
