Colombiano Rafael Agámez denuncia falsificación de su firma y reclama una vieja deuda del Honduras Progreso

Rafael Agámez, delantero colombiano que pertenece al Vida de La Ceiba, ha denunciado públicamente una deuda pendiente que mantiene su ex club Honduras Progreso que debió hacerse efectiva en febrero pasado, pero aún no ha recibido el pago por sus servicios prestados al club hondureño entre 2020 y 2021.

Según Agámez, la demanda se realizó ante el Tribunal Nacional de Arbitraje del Fútbol (TNAF) y fue favorable para ellos e incluso elevaron esta denuncia a FIFA y también la ganaron, pero pese a los dictámenes, de los cuales asegura tiene los documentos, no le han hecho efectivo el pago.

“La deuda consiste en que estuvimos dos torneos completos sin recibir un sueldo y ganamos la demanda el 7 de febrero, después (Honduras Progreso) mandó una documentación falsa diciendo que supuestamente es mi firma, pero se estudió la firma y resultó que era mentira y se hizo otra contrademanda y también se la ganamos por lo que 7 de febrero debía pagar y no se hizo, FIFA mandó unos documentos para una contrademanda y se la ganamos, pero se venció el plazo hace más de 20 días”, explicó Agámez al periodista Américo Navarrete.

Agámez asegura que junto a él tampoco se le ha hecho efectivo el pago a los uruguayos “Matías Rotondo y José Barreto, estamos ala espera de ese dinero, incluso a los entrenadores no les pagó (Fernando Araújo y su cuerpo técnico) y hacemos público esto porque ya hemos aguantado mucho”, siguió afirmando Agámez.

Según relató Agámez, Elías Nazar, presidente del Honduras, presentó documentos ante el TNAF donde demostraba que estaba al día en cuanto a los pagos con el colombiano, pero él asegur que “nunca le firmé nada” y puso de ejemplo que al “profesor Leonel Flores (PF) le falsificaron la firma y esperemos que el señor (Elías Nazar) responda porque no da la cara”.

El sudamericano ahondó en detalles y explicó que en año y medio en El Progreso apenas recibió tres meses de salario y fue la razón por la que decidió romper un contrato de dos años con el club hondureño para irse al fútbol de Costa Rica.

El atacante ahora espera que “que la Federación se pronuncie sobre el este caso porque somos varias, ya ha tenido tres plazas y no hemos sabido nada” y también anuncia que sus abogados presionarán para que el club comience a perder puntos si no cumple con este compromiso económico.