Javier Mascherano está en Honduras, es la noticia. El exjugador de la Selección de Argentina pasó unos momentos en tierras catrachas como parte de una campaña mundialista que tiene la Curaçao.
El gran capitán que tuvo la Albiceleste en la justa de Brasil 2014 donde se quedaron a nada de la gloria mundialista y que perdieron contra Alemania, compartió con varios niños sampedranos.
La cita se dio en la sede del Real España y ahí aprovechó el presidente del equipo catedrático para obsequiarle la camiseta de la máquina, con la que el exjugador posó en manos en presencia de Elías Burbara.
“Nos sentimos honrados de tener la presencia de Javier aquí, bienvenido y espero que nuestras instalaciones les sirva en el evento que tienen y les deseo mucho éxito”, le dijo el jerarca de la máquina.
Masche agarró la camiseta aurinegra y posó con ella con una sonrisa de oreja a oreja. Observó el detalle del ‘14’ y su nombre y le agradeció al presi españolista. Luego se la dio a alguien de su confianza para que se la guardara.
Una vez pasado el protocolo, comenzaron con los entrenamientos y el argentino le dio total potestad al técnico hondureño mundialista Sub-17, José Valladares, para que se encargara del trabajo. “Sí, perfecto profe, organicen ustedes, yo solo iré mirando”, le dijo Mascherano.
Mientras los muchachos entrenaban, Javier Mascherano observaba la ejecución del mismo y hacía unas observaciones a Valladares, quien se los trasladaba a los jugadores. Algunos de los pequeños estaban más pendiente de Mascherano que de la pelota y no era para menos pues era tremenda figura la que tenían a un par de metros.
El ejercicio duró una media hora y después el exfutbolista del Liverpool y Barcelona tomó el micrófono y dedicó algunas palabras a las personas que estaban presente en el evento.
“La estadía era corta, lo sabíamos, pero para mí ha sido un placer volver a Honduras y ojalá en en un futuro cercano pueda regresar a este país que siempre me trata tan bien cada vez que vengo”, dijo Javier Mascherano.
Después de estar observando los entrenamientos que los grupos de futbolistas realizaban y mientras otros pedían fotos y se trataban de acercar a Mascherano, se tomó fotos grupales con los jugadores y se marchó trotando al ver que la demás gente se le iba acercando.
