Construir un sueño es lo que hace que la vida tenga sentido, pero cuando este se torna difícil, el río comienza a abrir su caudal por diferentes caminos con destino a otro horizonte.
Este es el ejemplo del guardameta del Club Deportivo Victoria, Esaú Martínez, quien decidió renunciar a su carrera como futbolista a sus 24 años de edad.
El joven hondureño había sido parte de la gira de partidos amistosos en los Estados Unidos que realizó el conjunto ceibeño durante los últimos 15 días, sin embargo, este lunes sorprendió con un mensaje en sus redes sociales en donde deja en claro su decisión.
“Es muy difícil decir adiós al sueño por el cual luchaste por mucho tiempo y ves cómo decides abandonarlo por cosas de tu futuro, pero doy gracias a Dios por permitirme haber cumplido mi sueño y haber hecho de este hermoso viaje un sueño increíble que cumplí”, escribió a través de su cuenta de Instagram.
El porqué de la decisión del portero ceibeño, fue por una mejor oportunidad de vida tatuado de un futuro prometedor, estabilidad económica y de crecimiento para él y su familia en los Estados Unidos.
El cancerbero había sido parte del equipo jaibo en los últimos 6 años, además, fue parte del ascenso al máximo circuito el 12 de junio del 2021.
En la Primera División logró disputar seis partidos bajo el mando de Salomón Nazar.
CARTA DE DESPEDIDA COMPLETA
“Es muy difícil decir adiós al sueño por el cual luchaste por mucho tiempo y ves cómo decides abandonarlo por cosas de tu futuro, pero doy gracias a Dios por permitirme haber cumplido mi sueño y haber hecho de este hermoso viaje un sueño increíble que cumplí. Me voy de este equipo al cual siempre llevaré en mi corazón y el cual defendí por 6 años. Tal vez no tuve las oportunidades que deseé, pero Dios es bueno y justo y algo mejor vendrá. Gracias a mis padres, familia y amigos por siempre creer en mí.
También quiero dar gracias al fútbol por haberme hecho tan feliz, pero no quiero olvidarme de la parte más auténtica del fútbol, la que hace que este deporte sea tan maravilloso, los aficionados. Gracias a Dios y cada uno de los aficionados que siempre me hicieron sentir muy especial. Que Dios les bendiga en gran manera. Gracias familia jaiba por tanto cariño y aprecio”.
