De la misma forma como el cáncer se aferra a su cuerpo,
Hernán García se apega a la vida y aunque la batalla no está ganada, hoy más que nunca está muy cerca de conseguir su mejor victoria, la que nunca podría conquistar en un campo o en un camerino, sino que apegado a su fe, esa fe que desde 2002 lo tiene de pie a la espera de una noticia: usted está sano.
Su voluminoso bigote sigue siendo el mismo que en sus años mozos, confiesa que se siente bien, como si pelear contra el cáncer fuera más fácil que ganar un partido de fútbol.
El “Conquistador”, como muchos lo conocen, habló de forma exclusiva con DIEZ para dar detalles de su recuperación en Estados Unidos.
El profesor nacido en Puerto Cortés hace 58 años confirma que su cáncer es de vejiga, ya le realizaron su primera operación y en los próximos días le practicarán otra, de la que espera salir bien librado para regresar a trabajar y pagar las cuentas de hospital.
Foto: Diez
>> Para el entrenador el apoyo de su familia ha sido clave en su recuperación.
“Ya me hicieron el tratamiento y a finales de agosto me harán el otro”, cuenta en una amena entrevista que disfrutará a continuación:
¿Cómo han sido estos días? Como estoy con mi hija y con mi nieta, me va bien. Voy a un médico en Nueva Jersey, viajamos desde Philadelphia, me siento como en casa, sólido, confortado...
¿Qué es lo que padece? En Honduras me detectaron un tumor canceroso. En la primera operación que me sometí descubrieron tumores cancerosos y no cancerosos. En la primera intervención sacaron una parte y en la segunda sacarán otra.
¿Confía en que todo saldrá bien? En 2002 me operaron de lo mismo en La Ceiba y me recuperé en San Pedro Sula. Ahora me estoy tratando de lo mismo aquí.
Cuando le detectaron la enfermedad estaba en plena temporada con el Parrillas One. ¿Qué sintió? Desde que estaba con Platense me lo detectaron por primera vez. Con Vida y Parrillas One padecía de lo mismo, luego fui al Seguro Social ya que la cosa estaba más delicada. Mi familia en Estados Unidos decidió tratarme aquí.
¿Se siente más aliviado de estar en Estados Unidos por la problemática en el Seguro Social? Claro, es un inconveniente, pues tengo que comprar los medicamentos, aunque no me quejo porque me atendieron bien. Aquí todo es mejor, por la logística, la capacidad de los médicos es igual. No me tengo que estar asoleando o preocupado por conseguir los resultados.
¿Temió por su vida? Claro, hay gente poderosa que padece de esta enfermedad y se muere. Tengo confianza en Dios que puedo salir adelante.
¿Qué le pide a Dios? Fuerza y sanidad.
¿Piensa volver a dirigir? Claro, cuando salga la oportunidad vamos a estar preparados para trabajar, eso es importante.
No ha sido fácil por los costos... No, pero gracias a Dios tuve el apoyo de mi hija y mi sobrina en Philadelphia. Hay que pagar la cuenta, veremos cómo hacemos para costear la situación.
Doña Jennie, esposa de Hernán García, con la pequeña Susana Fernanda López y el entrenador.
Lo importante es que usted esté sano... Así es. La ventaja es que en Honduras uno entra a un hospital y tiene que pagar para salir. Aquí no se paga de inmediato, al final hay que cumplir con la cuenta.
Lo siento de buen ánimo, revitalizado... No se imagina lo bien que me siento. La primera operación fue pesadita, me quedé en Nueva Jersey, donde mi yerno Fernando López, por varias semanas. Aumenté de peso, pareciera que estoy totalmente sano, pero no, falta la segunda operación. Puedo pasear en Estados Unidos, como lo que quiero y no estoy postrado en la cama. Incluso, he ido a espectáculos deportivos, me siento bien.
Cuando estuvo en el Vida y Parrillas One tenía la enfermedad. ¿Cómo hizo para ocultarlo? Ponerme en las manos de Dios. Todos los días acostumbro a rezar por la mañana y por la noche, eso me da mucha fuerza y confianza en Dios. Me molestaba mucho. Cuando estuve con Platense, me sometí a una operación en San Pedro Sula con rayos láser y estuve con una sonda por 15 días, pero me tocó ir a trabajar. Tras el primer torneo con Platense llegamos a semifinales, pero en las vacaciones estuve internado. En los entrenamientos estaba incómodo, porque incluso orinaba sangre a cada momento. Con Platense en un partido en Tela me puse bien mal en el hotel la noche antes del partido, me tuvieron que inyectar, ya que no podía orinar. Luego me hice una prueba y me informaron que tenía cinco tumores, lo bueno es que ninguno era maligno.
¿Sigue escuchando música de los “Temerarios”? Mi hija tiene un iPad y cuando vamos a pasear me pone la música que me gusta. Estamos vivos y enteros, listos para salir adelante.
¿Le han ayudado los amigos? Sí, Henry Oliva, gente de Santa Rosa y Real España que me entregó 25 mil lempiras. La familia y amigos de Puerto Cortés, San Pedro Sula y Copán rezan por mí... sé que Dios escucha las oraciones.
¿Qué les dice? Les estaré eternamente agradecido, me da orgullo de que sean mis amigos.
¿El fútbol lo anima a seguir luchando por su vida? Estamos luchando por la pasión que genera. Siempre estoy pendiente de lo que pasa en Honduras. Seguí la Copa América y la Copa Oro, que por cierto, lamento lo que pasó con la Selección. Quiero la oportunidad de volver a trabajar.
¿Qué le enseñó la enfermedad? Son pruebas que pone Dios para ver si renegamos y para probar nuestra fuerza de espíritu. Son cosas que suceden, uno tiene que darse cuenta que nos apoyan los amigos y los familiares.
¿Ha llorado? Es triste por estar alejado de los hijos, mi mamá, mi familia. Pero ahora estoy fuerte, seguro y sólido.
¿Cuántos años ha peleado con esta enfermedad? En 2002 inicié y recaí en 2014... ahorita estoy luchando con ella.
Usted no quería hablar debido a que no deseaba dar lástima... Esa era una de las situaciones. Sé que mucha gente me quiere y al darse cuenta que la noticia salió en Diez, se sintieron tristes. Es lo que no quería, por eso no lo hice público y luego sería complicado conseguir trabajo. Mi mamá tiene edad avanzada y no quise preocuparla, ella piensa que estoy de paseo.
Foto: Diez
La esposa de Hernán García, doña Jennie, ha estado cerca de él.