Es la colonia 10 de Septiembre, en donde opera un gimnasio comunitario, uno de los 34 que están diseminados en todo el país y forman parte de un novedoso programa impulsado por Usaid, a través de Alianza Joven, para recuperar espacios en zonas altamente peligrosas.
Este proyecto ha permitido que muchas personas que no tenían la oportunidad ni el acceso a un espacio para optar a una vida más saludable, ahora cuenten con él. Además, es un lugar de prevención para los jóvenes de la comunidad.
En la 10 de Septiembre el gimnasio es dirigido por Magdalena Reyes, quien supervisa la rutina de varias amas de casa, entre ellas Norma, que ha bajado ocho libras en un mes y Argentina, a quien el médico le recomendó hacer ejercicios. “Desde que vengo aquí me siento mejor, por eso no dejo de venir”, reconoció.
Doña Norma ha bajado ocho libras en dos meses de arduo trabajo en el gimnasio. Asiste por la mañana.
En la colonia Lempira, también en el sector de Chamelecón, el gimnasio es dirigido por Brando Aceituno, joven de 17 años que siempre quiso tener un gimnasio y que el proyecto comunitario de Alianza Joven le ha permitido al menos dirigirlo.
Desde las 3:00 pm, Brando recibe a unos 20 clientes, entre ellos Jean Carlo, que desde que se inscribió en el lugar ha perdido 110 libras. Una historia de éxito.
En San Pedro Sula y alrededores hay 18 gimnasios, todos bajo la misma metodología, que han sido entregados y son administrados por la comunidad.
En la colonia Éxitos de Anach, la cabeza del proyecto es Erick Urbina, quien recuerda que era un “palillo”, pero su contextura ha cambiado enormemente con los ejercicios.
“Le digo a la gente que este es su gimnasio”, dice el muchacho de 24 años, mientras Mari Sosa y Angie Fuentes hacen su rutina. Este proyecto tiene muchos componentes y uno de esos es acercar a un estilo de vida saludable a las personas, cosa que de otra forma sería imposible.
Los horarios de los gimnasios dependen de las conveniencias de las zonas donde están ubicados.
