El Real Madrid arrancó este martes su defensa del cetro europeo con la visita del Stuttgart al Santiago Bernabéu y lo hizo con triunfo por 3-1 gracias a los tantos de Kylian Mbappé, Antonio Rudiger y Endrick.
Primer partido de la nueva Champions League, que estrena formato con una primera fase a modo de liguilla (cuatro duelos en casa y otros cuatro fuera) y en el que se hace fundamental sacar el mayor número de puntos posibles.
Con la pelota ya en juego, los primeros compases del encuentro fueron vibrantes, con ocasiones para ambos equipos. Primero Courtois firmó un paradón sensacional a un disparo de Leweling, y después Tchouaméni envió alto el balón en posición ventajosa tras una buena jugada de Mbappé.
El propio delantero parisino protagonizaría después otra buena acción, pero no estuvo preciso en su lanzamiento, que salió demasiado centrado, mientras los alemanes seguían amenazando y poniendo a prueba a Courtois con buenos remates de Millot y Fuhrich.
El Stuttgart fue ganando presencia sobre el terreno de juego y entrenzando buenas jugadas, gracias también a la pasividad defensiva de los madridistas, incapaces de frenar sus avances. Solo Courtois, que sacó un mano a mano a Stiller, con una intervención milagrosa, parecía con ganas de mantener la portería a cero.
El encuentro estaba loco. Rodrygo se sumó a la fiesta con una gran maniobra en el área y con un latigazo que repelió un defensor de manera providencial bajo palos. El gol estaba al caer, pero quien cayó finalmente en el área fue Rudiger.
En un primer momento, el árbitro indicó la pena máxima. Sin embargo, desde el VAR le pidieron que revisara la jugada y acabó rectificando su decisión.
Para la segunda parte, Ancelotti decidió quitar del campo a Lucas Vázquez, amonestado, para meter a Eder Militao; un cambio que desplazó a Carvajal al lateral derecho. Y precisamente, por esa banda, llegó el gol del Real Madrid.
Minuto 46, primera jugada del segundo tiempo, pase en largo de Tchouaméni, jugadón de Rodrygo y asistencia a Kylian Mbappé, que solo tuvo que empujar la pelota para estrenarse como goleador en Champions con la elástica merengue en el minuto 46.
Vinicius tuvo en sus botas el segundo tanto, pero su disparo con la zurda se estrelló en el travesaño.
A diferencia de lo ocurrido en la primera mitad, los blancos empezaron a dominar el encuentro, adueñándose de la posición y alejando al rival de su portería. Algún coletazo del Stuttgart, como un potente disparo de Leweling que despejó bien Courtois. Pero eso duró hasta el 60, cuando la visita empezó a apretar con llegadas peligrosas.
Undav, completamente solo, firmó el empate con un remate de cabeza tras un córner. Ancelotti reaccionó inmediatamente moviendo el banquillo y dio entrada a Modric por Tchouaméni. Movimiento que no dio el efecto deseado, ya que el Madrid siguió sin poder generar peligro.
Por ello, en el 75, el técnico italiano metió en el campo a Güler y Fran García por Mendy y Rodrygo. Los minutos pasaban y la desesperación no hacía sino aumentar porque la muralla del Stuttgart parecía insuperable.
Así pues, Ancelotti decidió ya ir con todo, dando entrada a Endrick en el 80 por Bellingham. Y tres minutos después, el Real Madrid se llevó el gato al agua: córner botado por Modric al corazón del área y cabezazo inapelable de Rudiger al fondo de la red para alegría de todo el estadio, al que, sin embargo, le tocó sufrir hasta el final.
El Stuttgart apretó en los últimos compases del encuentro y puso contra las cuerdas a los blancos, que, tras un fallo claro de Vinicius en un mano a mano con Nübel, pudieron sentenciar el choque en la última jugada después de un latigazo de Endrick, ayudado por una cantada del portero rival.
Estreno goleador también del brasileño en competición europea y victoria del Real Madrid en su debut europeo.
