Repasemos lo que fue ‘Dragon Age: Inquisition’, un épico viaje a través del tiempo y la fantasía

En el mundo de los videojuegos de rol, pocas franquicias han logrado alcanzar el estatus de culto que posee Dragon Age. Desarrollado por BioWare y publicado por Electronic Arts, Dragon Age: Inquisition es el tercer título de la serie, lanzado inicialmente en noviembre de 2014 para múltiples plataformas. Desde su debut, este juego de fantasía ha cautivado a jugadores de todo el mundo con su emocionante trama, amplia jugabilidad y un meticuloso detalle en su diseño.

El desarrollo de Dragon Age: Inquisition comenzó poco después del lanzamiento de su predecesor, Dragon Age II, en 2011. BioWare buscaba abordar las críticas y feedback recibido por el segundo juego, y apostó por un enfoque más ambicioso y épico para su siguiente entrega. Con un equipo de desarrolladores apasionados y un proceso de producción de varios años, el juego prometía llevar a los jugadores a un mundo masivo lleno de desafíos y decisiones significativas.

El juego fue lanzado para PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox 360, Xbox One y PC, permitiendo a una amplia audiencia sumergirse en su profundo universo.

La trama de Dragon Age: Inquisition se desarrolla en el continente de Thedas, un mundo medieval mágico atormentado por una guerra entre los mages y los templarios, conocida como la “Brecha”. El jugador asume el papel del Inquisidor, un personaje elegido por circunstancias misteriosas para detener el caos desatado por la Brecha y restaurar el orden en Thedas. A medida que el Inquisidor, los jugadores pueden personalizar su apariencia, raza y habilidades, lo que afectará la forma en que el mundo interactúa con ellos.

La jugabilidad de Dragon Age: Inquisition combina elementos de juegos de rol clásicos y acción en tiempo real. Los jugadores pueden explorar vastas regiones, interactuar con personajes memorables, reclutar seguidores leales y enfrentarse a temibles enemigos en emocionantes combates tácticos. Uno de los puntos fuertes del juego es el sistema de elecciones y consecuencias, donde las decisiones del jugador tienen un impacto significativo en el desarrollo de la trama y el mundo que los rodea.

Dragon Age: Inquisition recibió una abrumadora aclamación por parte de la crítica y los jugadores. Fue elogiado por su narrativa profunda, personajes bien desarrollados, extensa jugabilidad y su capacidad para adaptarse a las elecciones del jugador. La rica ambientación de Thedas y los impresionantes gráficos también fueron destacados como elementos sobresalientes.

En la ceremonia de los Game Awards en 2014, Dragon Age: Inquisition se llevó varios premios importantes, incluido el codiciado “Juego del Año”. También obtuvo el reconocimiento en otras premiaciones de la industria, consolidando su lugar como uno de los mejores juegos de rol de todos los tiempos.

El éxito de Dragon Age: Inquisition aseguró la continuidad de la franquicia. BioWare continuó expandiendo el mundo de Thedas con contenido adicional, expansiones y juegos posteriores. Además, el juego estableció un referente para futuros títulos de rol, influyendo en el desarrollo de juegos de mundo abierto y con decisiones significativas.

Dragon Age: Inquisition no solo es un juego, sino una experiencia inmersiva que transporta a los jugadores a un mundo fantástico lleno de peligros, emociones y decisiones trascendentales. Con su cautivadora trama, jugabilidad absorbente y un mundo meticulosamente detallado, Dragon Age: Inquisition ha dejado una marca perdurable en la industria de los videojuegos y sigue siendo adorado por los fans de la serie y los amantes del género de rol en general.