El equipo de Lopetegui llegó con una ventaja de 2-0 a este duelo de vuelta, pero no pudo aprovechar esa diferencia.
Barcelona estaba ganando 1-0 en casa ante el Sevilla y se estaba quedando afuera de la Copa del Rey, pero Gerard Piqué se hizo presente con un gol de infarto.
Corría el minuto 94, era la última jugada del partido y Griezmann sacó un espectacular centro desde la izquierda y apareció Piqué de cabeza para poner el 2-2 y mandar el partido al tiempo extra.
Locura total en el Barcelona con esta anotación del central culé cuando parecía que le estaban diciendo adiós a la final copera.